Reproducción

Todos los mamíferos tienen reproducción sexual, que requiere la presencia de las células reproductoras sexuales (óvulos en la hembra y espermatozoides en el macho) para realizarse; éstas son las que contienen la información genética necesaria para que después de la fecundación (unión entre estas dos células), se origine un individuo completo con las características propias de la especie.

Los órganos donde se producen estas células se denominan gónadas; las masculinas son los testículos y las femeninas los ovarios.

Hay también otras estructuras que intervienen en la reproducción, tales como los oviductos (canales que comunican el ovario con el útero), el útero (cavidad donde se desarrolla el embrión) y la vagina (canal de recepción del órgano copulador masculino) en las hembras. En los machos interviene el órgano copulador o pene que, en comunicación con los testículos, transmite los espermatozoides a la hembra a través de la vagina.

En el caso de los mamíferos actuales más primitivos, como los monotremas, existe un oviducto conectado a un ovario en cada lado del cuerpo; la parte superior corresponde al útero y la inferior a la vagina de los demás mamíferos. Esta zona inferior desemboca en una cámara llamada cloaca, que también recibe la orina de la vejiga y juntos se abren a un orificio común. La transferencia de las células sexuales masculinas a la hembra se realiza por una simple yuxtaposición de las cloacas de ambos sexos.

Después de la fecundación del óvulo, el desarrollo embrionario ocurre en el útero, dentro del cuerpo de la madre. Los monotremas (equidnas y ornitorrincos) son los únicos mamíferos en los que la gestación ocurre fuera del cuerpo de la madre, ya que ponen huevos que son incubados al igual que las aves. En el caso de los marsupiales, el período de gestación en el útero dura entre 10 y 15 días, las crías nacen en un estado de desarrollo prematuro, y la mayor parte de su crecimiento se realizará en la bolsa marsupial que tiene su madre.

La gran mayoría de los mamíferos van a desarrollar una estructura especial llamada placenta, que consiste en una envoltura a través de la cual se alimenta el feto en desarrollo y también expulsa los productos de desecho. Las crías de mamífero nacen en un estado que no es lo suficientemente desarrollado como para que lleven una vida independiente, por lo que después del nacimiento recibirán los cuidados maternos durante un periodo de tiempo que varía según las especies.