El jazz

Jazz, forma musical nacida hacia 1900 en Estados Unidos. Posee una historia definida y una evolución estilística específica. En su desarrollo ha tomado elementos de la música folclórica; a su vez, la música popular los ha tomado del jazz. Sus orígenes los encontramos en la comunidad negra estadounidense constituida por africanos que llegaron a América como esclavos.

Así, ellos adaptaron su música ritual a la liturgia cristiana, lo que originó el negro-spiritual o espirituales, un tipo de música cantada por un coro en las parroquias de negros, base del jazz instrumental.

Luego de la Guerra Civil (1863) y la emancipación de los negros americanos, surgió el blues (canción triste), la música profana más importante para el hombre de color en Norteamérica. Posteriormente, aparecieron los primeros acordes de jazz instrumental cerca de Nueva Orleáns, los que se fusionaron con los del blues. Asimismo, en los orígenes del jazz aparecen las marchas militares de los blancos y el ragtime, un género creado por los esclavos que imitaba la música de sus amos.

Desde sus comienzos, el jazz se ha ramificado en muchos subestilos, lo que hace difícil la realización de una descripción única que se adapte a todos ellos con fiabilidad absoluta. Sin embargo, pueden hacerse algunas generalizaciones, teniendo en cuenta que en todos los casos hay excepciones.

Los intérpretes de jazz improvisan dentro de las convenciones del estilo que han elegido. Por lo general la improvisación se acompaña de una progresión de acordes de una canción popular o una composición original que se repiten. Los instrumentistas imitan los estilos vocales negros, incluso el uso de glisandos y portamentos (sonidos arrastrados de una nota a otra), las ligeras variaciones de tono (incluidas las llamadas blue notes, tonos de la escala del blues desafinados a la baja en un intervalo microtonal respecto a la afinación occidental), y los efectos sonoros, como gruñidos y gemidos.

La voluntad de crear un sonido personal de color tonal —con un sentido del ritmo y forma individual, y con un estilo propio de ejecución— ha llevado a los músicos a la utilización de ritmos que se caracterizan por una sincopación constante (los acentos aparecen en momentos inesperados del compás) y también por el swing, un pulso rítmico único del jazz que se manifiesta en las complejas relaciones entre notas largas y breves. Las partituras escritas, si existen, se usan tan sólo como guías de la estructura dentro de la cual se desarrolla la improvisación. La instrumentación típica comienza con una sección rítmica, formada por el piano, el contrabajo, la batería y una guitarra opcional, a la que se pueden añadir instrumentos de viento. En las big bands los vientos se agrupan en tres secciones: saxofones, trombones y trompetas.

Los primeros conjuntos de jazz se reunieron en la ciudad de Nueva Orleáns, en el estado de Louisiana; y en general se trataba de pequeñas bandas integradas por una trompeta que embellecía la melodía del tema, un trombón que remarcaba las notas graves, y un clarinete. En el año 1917 se promulgó un decreto que cerraba la zona de Nueva Orleáns donde se presentaba la mayoría de los músicos de jazz, por lo que debieron trasladarse a Chicago. Esta ciudad albergó la llegada de bandas tan importantes como la de Jelly Roll Morton, y de figuras como la de Louis Armstrong, que convirtieron a Chicago en la nueva capital del jazz.

Durante la década de 1920, la trompeta de Louis Armstrong y el saxofón de Sydney Bechet renovaron el estilo de las piezas de jazz e impulsaron el énfasis de la improvisación solista. Ya a finales de este período el centro jazzístico por excelencia se situó en la ciudad de Nueva York, específicamente en el barrio negro llamado Harlem. Fue entonces cuando comenzaron a desarrollarse las primeras jam sessions.

Entre los años 1935 y 1940 tuvo lugar un período conocido como la era del swing, un estilo interpretado por grandes bandas de más de dieciséis músicos que se caracterizaban por la regularidad del ritmo, los sonidos contrastados en las distintas partes de la banda y por la gran improvisación de instrumentos solistas y voz. Muy destacadas fueron las bandas de swing dirigidas por Duke Ellington -acompañado de la vibrante voz de Ella Fitzgerald-, Count Basie y Benny Goodman.

El jazz moderno

El bebop fue el primer estilo destacado de la década del 1940 que marcaría el inicio de nuevas formas expresivas en el jazz.

Prueba a hacer este ejercicio: repite varias veces la palabra bebop y te darás cuenta de que su nombre sugiere un ritmo. Sí, no estás equivocado: el bebop da la idea de una emisión rápida de notas.

Este estilo tomó sus esquemas del jazz tradicional y a ellos superpuso acordes adicionales, con lo que también rompió la regularidad rítmica de los estilos anteriores.

A fines de 1940 surgieron otras tendencias jazzísticas: el cool, de ritmo lento y vibrante, y el hard hop, que otorga gran importancia a la batería. Paralelamente a estas corrientes apareció el free jazz, basado en la improvisación libre, sin patrones armónicos ni rítmicos.

La investigación sobre nuevos estilos dió más tarde origen a lo que sería el jazz fusión que incluyó elementos musicales de culturas como la india, la árabe y la latinoamericana.

A principios de 1970 nació el estilo de fusión jazz-rock, que llevó a los músicos del jazz a experimentar con elementos electrónicos.