Los sesenta

Las circunstancias políticas, sociales y económicas que vivían en la década de los 60, estimularon al máximo la creatividad humana y, en el campo de la literatura, la producción de grandes obras marcó un hito. El fenómeno García Márquez fue el símbolo y en torno a él, los profesionales de la narrativa continental obtuvieron reconocimiento mundial.

Varias fueron las circunstancias que impulsaron el desarrollo de las letras latinoamericanas en la década de los 60. En primer lugar, el surgimiento de autores talentosos.

En segundo, el ascenso de un público lector constituido por intelectuales de clase media. En tercer lugar, la decadencia en que se encontraba la literatura de grandes metrópolis, desde donde habían provenido siempre las mejores obras. En cuarto término, la preocupación mundial por el desarrollo del Tercer Mundo, muy particularmente de América Latina, y el proceso cubano.

Todo esto, manejado en forma talentosa por los equipos publicitarios de las casas editoriales y los agentes de escritores, resultó en un «boom» por las obras continentales en lengua española.

Fenómenos del boom

Aunque la figura central del boom es García Márquez y su obra Cien años de de soledad, publicada en 1967, hay muchos autores y obras anteriores a esa fecha, que se han vinculado a este fenómeno. El cubano Alejo Carpentier, por ejemplo, o el argentino Julio Cortázar, ya estaban consagrados como escritores. Sin embargo, no habían sido «masificados», fenómeno que sólo ocurrió a partir de los 60. Juan Rulfo, de México; José María Arguedas, de Perú; Guillermo Cabrera Infante y José Lezama Lima, de Cuba; Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato, de Argentina; y Juan Carlos Onetti, de Uruguay, entran en la renovación temática y estilística de nuestra literatura. En Chile, no podemos dejar de nombrar a Manuel Rojas, cuya obra cumbre, Hijo de Ladrón , expresa de modo magistral, los principales motivos de la literatura contemporánea: la marginación social, la angustia existencial, la incomunicación y la impersonalidad de la sociedad contemporánea.

Mario Vargas Llosa

Es indudable que Mario Vargas Llosa es un escritor realista cuyas obras reflejan la sociedad peruana, pero en cuanto a su técnica narrativa es un innovador vanguardista, que se sirve de los recursos más diversos y originales: múltiples focos narrativos, superposición de planos espacio-temporales o efectos expresionistas. Fecundo creador y político demócrata conservador, es uno de los intelectuales más interesantes de la actualidad.

Nacido en 1936, publicó sus primeros relatos en 1959, pero su primera novela La ciudad y los perros apareció en 1963, convirtiéndose de inmediato en un éxito literario. Al igual que las siguientes obras escritas en esta década, Vargas Llosa ( en la imagen ) utilizó sus propias experiencias y la realidad socio-política peruana, en el tratamiento de sus escritos.

Conversación en la Catedral, una de sus principales novelas, muestra, a través de la historia de sus protagonista, un periodista frustrado, los problemas sociales y las luchas políticas en Perú de las décadas 50 y 60. El sentido del humor y la aguda ironía de la pluma de Vargas Llosa, se unen al uso impecable del lenguaje y su capacidad para manejar distintos planos y perspectivas en una misma obra, lo que convierte a sus novelas en libros que el lector disfruta en desentrañar.

Escritores o ¿políticos?

El emergente movimiento literario de América Latina se comprometió mayoritariamente, con las causas libertarias, democráticas y anti dictatoriales. Esta posición debe valorarse a la luz de las circunstancias imperantes en el continente durante esa época: en la mayoría de las naciones existían gobiernos de facto con un no disimulado apoyo de Estados Unidos.

Aunque los pueblos americanos tenían en ese momento líderes políticos los escritores del boom se constituyeron en los líderes intelectuales.

A la sombra del “boom” se crea una nueva promoción de escritores que se incorporan también a la notoriedad de la literatura hispanoamericana con obras que traspasarán las fronteras de sus respectivos países y que serían consideradas innovadoras en el arte de narrar: Severo Sarduy, Fernando del Paso, Manuel Puig, Augusto Monterroso, Alfredo Bryce Echenique o Reinaldo Arenas.