El texto, algo que comunicar

Los pueblos antiguos buscaban un medio o herramienta que les permitiera registrar el lenguaje según los estudios que iban realizando, fue así como surgió de primer instancia pintar en las paredes de las cuevas para así poder enviar sus mensajes. A medida que fue desarrollándose el conocimiento humano, se hizo necesaria la escritura para transmitir información.

La primera escritura que surgió en la historia de la humanidad, fue a través de pictogramas, cuyo método o escritura contenía símbolos, después surgió la escritura cuneiforme la cual estaba hecha a base de objetos. Posteriormente se desarrollaron elementos ideográficos, en donde el símbolo no sólo representaba el objeto, sino también ideas y cualidades asociadas a él.

En todo proceso de comunicación escrita existe un emisor, quien escribe un mensaje, y un receptor, quien lo lee.

Para que esto se produzca, es necesario que el emisor tenga alguna información que comunicar, y que organice el mensaje de un modo que sea comprensible para el receptor. Al mismo tiempo, el receptor debe estar dispuesto a recibir y comprender el mensaje, y debe existir un medio físico que permita que se concrete la comunicación. También, la información debería atraer su atención, resultarle entretenida e interesante.

Clasificación

Al mensaje o conjunto de mensajes entregados por el emisor, lo llamamos texto. A menudo, tú te enfrentas a distintos tipos de textos: relatos de aventuras, artículos sobre deportes, cuentos, ensayos de ecología, descripciones geográficas, narración de acontecimientos históricos, etcétera.

Como tú sabes, estos textos pueden ser clasificados -entre otras formas- en dos grandes grupos: textos literarios, en los que predomina la función estética, y textos informativos, que cumplen una función instrumental.

En los textos literarios, el emisor puede respetar un orden lógico o apartarse de él. En los textos informativos, se esfuerza por ordenar la información en una secuencia lógica. En las páginas siguientes, aprenderás a redactar distintos tipos de textos, ordenando la información de una manera que resulte coherente.