La vida del hombre en la Tierra

Publicado en SocioHistóricas

Para vivir, el hombre prefiere aquellos lugares donde el clima le es más favorable, ellos son:

El relieve

Hay varias razones más que llevan a los hombres a elegir uno u otro lugar para habitar. Una de ellas son los distintos relieves o formas que adquiere la superficie terrestre. Las partes que conforman el relieve son:

  • Las llanuras: son zonas planas, ubicadas cerca o lejos del mar.
  • Las mesetas: también son zonas planas, pero elevadas.
  • Las zonas montañosas: donde hay cordones montañosos de diferentes tamaños.
  • Las zonas costeras: donde se unen la tierra y el mar.

Anecúmene y ecúmene

Las zonas llamadas ecúmenes corresponden a los lugares bastante poblados ¿Cuáles son?

  • El Hemisferio Norte, donde habita más de la mitad de toda la población del mundo.
  • Asia, el continente con más gente, en especial toda la zona costera.
  • El oeste de Europa y el norte de América.

Las personas prefieren estas regiones porque son cómodas, poseen un buen clima, su territorio es más bien parejo, abunda el agua, hay buenos suelos para cultivar, y gran cantidad de recursos minerales y vegetales, etcétera.

Se llama anecúmenes a aquellos lugares prácticamente despoblados. ¿Cuáles son las zonas anecúmenes de la Tierra?

  • Las que son muy frías. Por ejemplo, los Polos o las zonas montañosas.
  • Las desérticas, donde la escasez de agua hace casi imposible la vida.
  • Aquellas con excesiva vegetación y mucho calor. Allí es muy difícil cultivar la tierra. Además, los animales grandes y pequeños son una amenaza permanente para la salud de los hombres.

Paisaje cultural

El hombre siempre está modificando el paisaje natural en el cual vive. Por ejemplo, cuando interviene un terreno para construir casas o hacer una cancha de fútbol. En ese minuto, pasa a ser un paisaje cultural. Es tan importante y tan grande la intervención que el hombre ha hecho en el paisaje natural, que ha sido necesario estudiarla detenidamente. Entre otras cosas, para no seguir dañando el planeta, que es nuestra gran casa propia, en la que todos vivimos.