Relieve submarino

El fondo de mares y océanos es muy variado; existen mesetas, cordilleras y desfiladeros. En algunos casos, las montañas altas llegan a la superficie formando islas en medio del océano; con frecuencia son cimas de volcanes que ascienden desde el fondo oceánico.

Las formas submarinas se han clasificado de la siguiente manera:

Plataformas continentales: Plataforma continental, superficie submarina suavemente inclinada (con un desnivel máximo de un grado) que se extiende por el borde de los continentes, desde la costa hasta el comienzo del talud continental, que se sitúa en torno a los 200 m de profundidad media y presenta una pendiente más acusada, aunque excepcionalmente puede superar los 300 metros.

Zócalo o talud continental: es el desnivel profundo que se produce entre la plataforma continental y las profundidades marinas. Los sedimentos de los ríos y de la plataforma continental se precipitan por estas inmensas gargantas.

Hoyas submarinas: son inmensas depresiones, con una profundidad que va desde los 2.000 a los 4.000 metros, ubicadas en la mayor parte de los océanos. Su fondo es muy accidentado.

Llanura abisal: llanura del fondo oceánico que se extiende por la zona abisal, entre los 4.000 y 5.500 m de profundidad, a partir del talud continental. Presenta una pendiente inferior a 1º y una anchura que puede alcanzar cientos de kilómetros.

Dorsales: también cordillera central oceánica, término que designa las extensas cadenas montañosas submarinas con actividad volcánica, normalmente situadas en las zonas centrales de los grandes océanos. Por ejemplo, las islas de Hawaii o la Isla de Pascua.

Fosas abisales: son las zonas más profundas de la corteza terrestre que se forman entre dos placas oceánicas, o entre una placa oceánica y una continental, que al colisionar producen el hundimiento o subducción de una de ellas bajo la otra. Son valles largos y estrechos con forma de V, que pueden superar los 8.000 metros de profundidad. En ellas, los movimientos de la corteza provocan frecuentes maremotos (terremotos submarinos) y erupciones volcánicas.