Las fuerzas constructivas del relieve

El relieve de la superficie terrestre se suele representar métricamente sobre un plano a través de las curvas de nivel, unas isolíneas que unen puntos situados a la misma altitud y que se trazan generalmente con un intervalo determinado y equidistante para todo el terreno a cartografiar. Una de cada cuatro o cinco curvas se dibuja con un mayor grosor y se rotula su altitud correspondiente; son las llamadas curvas maestras y, entre ellas, se describen las curvas de nivel intermedias. Ya sabes que el relieve es una formación variable, donde se observan movimientos de ascenso y descenso cuyos orígenes son poderosas fuerzas que actúan en el interior de la Tierra. Estas fuerzas son conocidas como diastrofismo y vulcanismo.

El diastrofismo posee una gran importancia, por cuanto si no existiera no habría tierras emergidas y nuestro planeta quedaría cubierto por el mar. Esta fuerza -que puede ser vertical o lateral- genera movimientos que a veces ni siquiera se perciben, pero también es la causante de los violentos terremotos.

Entre los movimientos endógenos están los denominados movimientos epirogénicos o formadores de continentes, que son lentos e imperceptibles y que se producen siempre en sentido vertical. Cuando los movimientos tectónicos se tornan violentos, se llaman orogénicos o formadores de montañas, y pueden dar origen a plegamientos, fallas y terremotos.

Los plegamientos y las fallas

Si las fuerzas diastróficas ejercen una presión lateral, se originan los plegamientos, que ocurren en zonas de rocas sedimentarias que poseen la suficiente plasticidad como para doblarse.En los plegamientos es posible observar estratos deprimidos, que se sienten hacia la parte media y reciben el nombre de sinclinales.

Las fallas

Falla, una línea de fractura a lo largo de la cual una sección de la corteza terrestre se ha desplazado con respecto a otra. El movimiento responsable de la dislocación puede tener dirección vertical, horizontal o una combinación de ambas.

Tras millones de años, el movimiento horizontal a lo largo de la falla de San Andrés (imagen) ha desplazado una sección de las zonas costeras del estado de California (EEUU) hacia el noroeste y ha producido poderosos terremotos.

En las masas montañosas que se han alzado por movimiento de fallas, el desplazamiento puede ser de miles de metros que representan el efecto, acumulado a largo plazo, de desplazamientos pequeños e imperceptibles en vez de un gran levantamiento único.

Dependiendo de la forma en que se produzca el desplazamiento de los bloques fracturados, las fallas pueden ser normales, escalonadas, horizontales e invertidas. Si hay un bloque estrecho elevado entre dos fallas normales, el fenómeno se llama horst o pilar. Si se trata de un bloque estrecho hundido entre dos fallas normales se denomina graben o fosa.