Contaminación lumínica

La contaminación lumínica se define como la dispersión por la atmósfera de los excedentes de luz que se producen principalmente en las grandes áreas urbanas, normalmente debido a una mala gestión de los sistemas de alumbrado. Las actuales farolas y casi toda la red de alumbrados públicos (ya sean las susodichas farolas, los postes luminosos de las entradas a las urbes, los famosos letreros de neón y todo aquel artefacto que sirve para iluminar la vía pública), están diseñados como norma general, más que por funcionalidad, por estética.

¿Quienes contaminan?

La contaminación lumínica es producida por los sistemas de iluminación artificial destinados al alumbrado de calles, edificios, monumentos y avisos publicitarios. La única manera de controlar la contaminación lumínica es reducir la cantidad de luz que escapa hacia el cielo.

El diseño de las lámparas permite que más del 30% del flujo luminoso que emiten, llegue directamente al cielo provocando un gasto energético y económico injustificado.

Efectos

Los efectos que produce la contaminación lumínica aún no cuentan con suficientes estudios que puedan identificar la real magnitud de este problema.

El efecto más evidente y directo de la contaminación lumínica, que diariamente sufrimos todos, es la iluminación artificial del cielo nocturno. De esta manera, sólo son visibles las estrellas más brillantes, algunos planetas y la Luna. La Vía Láctea y las estrellas débiles desaparecen de la visión.

Sin embargo, hay muchas razones para cuidar y conservar las condiciones naturales del cielo nocturno y van desde el aspecto social al científico y ecológico.

Algunos efectos de la contaminación lumínica

  • El “resplandor urbano”, que se aprecia en los centros poblados y los alrededores es causado por la ineficiencia y el uso inadecuado de los sistemas de iluminación.
  • La contaminación lumínica provoca una molestia visual causada por la iluminación “agresiva” de las fuentes de luz. La visibilidad se torna escasa y empeora en la medida que la intensidad de la fuente aumenta.
  • La intrusión lumínica se produce cuando la luz artificial procedente de la calle entra por las ventanas invadiendo el interior de las viviendas.
  • La dispersión hacia el cielo se origina por el hecho de que la luz interactúa con las partículas del aire, desviándose en todas direcciones. El proceso se hace más intenso si existen partículas contaminantes en la atmósfera (humos, partículas sólidas) o, simplemente, humedad ambiental.
  • La contaminación lumínica impide a los centros astronómicos realizar su labor científica.En Chile, especialmente en las zonas del Norte Chico y Grande, encontramos cielos de excepcional calidad astronómica.
  • Existe un gasto energético mayor y como consecuencia hay un derroche de luz y dinero que a nadie beneficia. A esto debemos agregar que la contaminación lumínica incide directamente en el gasto de un recurso que se ha tornado muy escaso: el agua.
  • La noche para todos los animales (incluyendo al ser humano) es indispensable. Los ciclos biológicos están regulados al alternarse el día de la noche. Los efectos comprobados sobre la biodiversidad de la flora y fauna nocturna, es el deslumbramiento y desorientación en aves, alteración en el ascenso y descenso del plancton marino, afectando la alimentación de especies marinas que habitan cerca de la costa.
  • Tanto aves como murciélagos, peces, insectos, anfibios y otros animales han visto alteradas sus costumbres y hábitos nocturnos (reproducción, migraciones, etc.)
  • El ciclo reproductivo de algunos insectos se ha visto alterado ya que las barreras de luz de las ciudades impiden que ellos se encuentren, problema que se refleja directamente en la flora, ya que al existir menos insectos estos no realizan la polinización de las plantas. La falta de estudios sobre la materia impide que se tomen medidas inmediatas.

Cómo solucionar el problema

  • Las soluciones han sido más simples de lo imaginado, pero no por ello más económicas. Se ha tenido que colocar un tipo de «lámparas viseras» (dispositivo accesorio que, colocado alrededor del cabezal de las lámparas, permite dirigir la iluminación al área de interés, evitando así el desperdicio contaminante) que reflejan la luz hacia el suelo.
  • Aquellos monumentos y edificios que deben ser iluminados de noche deberían de ser enfocados con el rayo de luz desde arriba hacia abajo.
  • Los letreros publicitarios podrían establecer un horario para apagar la publicidad y encender los cielos.