Gustavo Díaz Ordaz

(1937 -1979) Nació el 12 de marzo de 1911 en San Andrés Chalchicomula (actualmente ciudad Serdán), en el estado de Puebla. Hizo sus estudios profesionales de derecho en la Universidad de Puebla y se graduó de abogado en 1937 para iniciarse poco tiempo después en la actividad pública. Fue oficial de justicia y juez de Tecamachalco; después Presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje y más tarde del Tribunal Superior de Justicia. También se desempeñó como catedrático y vicerrector de la Universidad de Puebla. Ocupó su primer puesto de elección popular de 1943 a 1946, período en el cual fue diputado federal y en siguiente sexenio fue senador de la República.

En la Secretaría de Gobernación ocupó primero el cargo de director de asuntos jurídicos y más tarde fue designado oficial mayor, para pasar en 1958 a la titularidad de esa misma dependencia. Renunció en 1963 al ser al ser postulado como candidato del Partido Revolucionario Institucional a la Presidencia de la República. Resultó electo y tomó posesión del nuevo cargo el primero de diciembre de 1964. Concluyó su mandato el 30 de noviembre de 1970. Durante su gestión desarrolló una profunda reforma administrativa. Fue iniciativa suya la construcción de la Siderúrgica Lázaro Cárdenas en las Truchas y puso especial interés en la ampliación de la infraestructura hidráulica llegando a construir 107 presas. Díaz Ordaz emprendió la obra del metro en la ciudad de México. En política exterior, se rigió bajo el principio de la no intervención.

Hizo importante labor en el intento de conseguir el apoyo internacional para el Protocolo para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y logró también que se creara el Fondo Interamericano de Asistencia por Situaciones de Emergencia. Gustavo Díaz Ordaz otorgó el voto a los jóvenes de 18 años y promulgó una nueva Ley del Trabajo teniente a mejorar la situación laboral de los obreros. Su obra gubernamental fue opacada por su intervención contra el Movimiento Estudiantil 1968, que culminó con la sangrienta matanza en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, el dos de octubre. Durante su gestión se organizó en México la Olimpiada de 1968. Al entregar el poder en 1970, se retiró de la vida pública y no fue sino hasta siete años después cuando en el gobierno de José López Portillo fue designado embajador de México en España, una vez que se reanudaron las relaciones diplomáticas con ese país europeo. Renunció al poco tiempo y murió en la ciudad de México el 15 de julio de 1979.