Con una fábrica en su interior

El crecimiento y la diferenciación de los tejidos y órganos vegetales están controlados por varios factores internos y externos.

Las hormonas vegetales, compuestos químicos especializados producidos por las plantas, son los principales factores internos que controlan el crecimiento y el desarrollo. Las hormonas se producen en cantidades muy pequeñas en unas partes de las plantas y son transportadas a otras, donde ejercen su acción. Una misma hormona puede desplegar efectos distintos en diferentes tejidos de destino.

Así, la auxina, una de las más importantes hormonas vegetales, se sintetiza en las yemas apicales de los tallos y pasa desde allí a otras partes de la planta, donde puede tanto estimular el crecimiento como inhibirlo.

En los tallos, por ejemplo, la auxina favorece el alargamiento de las células y la diferenciación del tejido vascular, mientras que en las raíces inhibe el crecimiento en la parte central y favorece la formación de raíces adventicias. También retrasa la abscisión o caída de flores, frutos y hojas.

Las giberelinas son otras importantes hormonas controladoras del crecimiento vegetal; se conocen más de cincuenta tipos. Determinan el alargamiento de los tallos e inducen la germinación de la semilla de algunas gramíneas al desencadenar la producción de las enzimas que descomponen el almidón en azúcares para alimentar al embrión. Las citoquininas fomentan el crecimiento de las yemas laterales y se oponen así a la auxina; también favorecen la formación de yemas. Además, las plantas producen, por descomposición parcial de ciertos hidrocarburos, el gas etileno, que a su vez regula la maduración y abscisión de los frutos.

Las plantas necesitan de algunas sustancias básicas para poder elaborar su propio alimento, tales como:

  • Agua y sales minerales, que obtienen del suelo.
  • Gas carbónico (CO2, que obtienen del aire.
  • Energía solar o lumínica, que obtienen del Sol.
  • Pigmento verde llamado clorofila, ubicado en la hoja o tronco del vegetal.

Con todos estos elementos a su disposición, los vegetales elaboran el alimento. Éste se almacena en el tallo o en la raíz de la planta, en forma de glucosa . Lo interesante de este proceso para el resto de los seres vivos, es que los vegetales entregan oxígeno al ambiente, como producto de desecho. Es entonces cuando los vegetales adquieren la mayor importancia, ya que el oxígeno que entregan es un gas indispensable para la vida del hombre y los animales en la tierra.

En un mundo sin plantas no habría oxígeno y, por lo tanto, la vida en el planeta no existiría.