El Renacimiento

El movimiento cultural denominado Renacimiento surgió en los siglos XV y XVI. Recibió un gran impulsó de la burguesía mercantil y los príncipes de las ciudades-Estado de la península itálica y se extendió en el resto de Europa y en América. Durante esos años los científicos, intelectuales y artistas revaloraron la cultura de Grecia y Roma antiguas; los gobiernos y algunos banqueros acaudalados promovieron la ciencia, la literatura, la filosofía y el arte.

En la Edad Media la existencia terrenal fue considerada un periodo  de preparación para la vida eterna; durante el Renacimiento surgió una mentalidad  diferente, basada más en el razonamiento y menos en la fe. Una mentalidad individualista y capaz de proponer novedosas ideas políticas y religiosas. Los pensadores renancetistas, influidos por el humanismo, observaron la Naturaleza para entender la vida; utilizaron la experimentaron científica para buscar respuestas más precisas sobre su funcionamiento.

Los artistas del Renacimiento se preocuparon por retratar al ser humano, su vida cotidiana y su entorno natural tal como lo percibían. Por eso se afirma que en la etapa renacentista se produjeron cambios significativos que sentaron las bases del mundo moderno. En este periodo, como en la Antigüedad clásica, los creadores destacaron la individualidad del ser humano: caras, emociones y expresiones únicas. También utilizaron nuevas técnicas como el equilibrio y la proporción.

Los pintores de la época comenzaron a utilizar predominadamente el oleo, para dotar a la pintura de textura, detalle y claroscuros. Estas técnicas aportaron más realismo y profundidad y modificaron la forma de producir obras de arte.

Fue en este período donde surgieron algunos de los más grandes genios que ha dado la humanidad, muchos de los cuales no han sido igualados hasta el día de hoy.