Salud mental y drogadicción

Salud mental

Es el estado que se caracteriza por el bienestar psíquico y la autoaceptación de un individuo.  La preocupación por las enfermedades mentales ha existido siempre en mayor o menor medida, pero el desarrollo de tratamientos médicos data de mediados del siglo XVIII, cuando eminentes reformistas, como el médico francés Philippe Pinel o el estadounidense Benjamin Rusht, introdujeron este tipo de tratamientos como alternativos a los tratos inhumanos que hasta entonces habían prevalecido. A pesar de estas reformas, la mayoría de estos enfermos continuaron en cárceles y asilos, incluso en el siglo XIX.

¿Qué son las drogas?

Son sustancias con efectos sobre el sistema nervioso central que crea adicción, taquifilaxia y cuadros de abstinencia. El término ha perdido sus antiguos significados de sustancia química (droguería), de fármaco (sustancia química con actividad terapéutica) y de psicotropo (sustancia con actividad farmacológica en el sistema nervioso central).

Los efectos psicotropos de las drogas son complejos y multiformes, variables según los estímulos ambientales.

Tipos de drogas

Drogas estimulantes

Son sustancias químicas que actúan estimulando el estado de ánimo general del individuo que las consume. Este tipo de drogas afecta momentáneamente la capacidad física y el comportamiento, y produce trastornos del humor, provocando estados de euforia.

Son drogas estimulantes:

  • Anfetaminas: son sustancias químicas sintéticas, que actúan estimulando el grado de atención del individuo. Esto provoca insomnio y aumento de la presión arterial.
  • Cocaína: es una sustancia química natural que se obtiene de la hoja de la planta llamada coca. Este compuesto tiene como efecto aumentar la actividad mental y disminuir los estados de fatiga. En muchos casos, la cocaína lleva a la persona a estados de euforia, pero terminado su efecto el individuo cae en depresión, fatiga y cansancio.

En términos generales, las drogas estimulantes provocan dependencia sicológica en quien las consume. Cuando la persona adicta no las ingiere, se siente angustiada y depresiva. A medida que pasa el tiempo, el drogadicto debe consumir cada vez una dosis más alta para lograr los efectos y sensaciones que tuvo en el primer tiempo de consumo. A esto se llama tolerancia. El consumo progresivo de estimulantes, puede llevar a la muerte producto de una sobredosis, o de lo contrario, a serios daños neurológicos.

Solventes volátiles

Corresponden a drogas que se inhalan. Por ejemplo, el neoprén u otros productos, los cuales provocan rápidamente risa, borrachera y pérdida del equilibrio al andar. El solvente causa irritación de las mucosas, falta de apetito, disminución del peso, alza de la presión sanguínea y dependencia física. Después de pasados 30 minutos desde su inhalación, producen un efecto contrario en la persona, la cual decae, le da sueño y puede llegar a la inconciencia.

Alucinógenos

Las sustancias químicas de este grupo provocan alteraciones en el funcionamiento síquico del individuo. Son alucinógenos:

  • Dietilamida del ácido lisérgico (LSD): compuesto químico que tiene un poderoso efecto en el sistema nervioso. Su consumo provoca sensaciones exageradas, que van más allá de la experiencia ordinaria. Produce efectos visuales extraordinarios, que en muchos casos lleva a aquellos que lo consumen a tener visiones terroríficas y en algunas ocasiones, a creerse con poderes sobrenaturales. Los alucinógenos pueden llevar a la persona a la locura.
  • Marihuana: es una droga que crea hábito y se obtiene de hojas y flores desecadas. Se extrae de una planta llamada cannabis sativa y se consume como cigarrillo.

Algunos síntomas físicos y psíquicos del consumo de marihuana son:

– Mirada vidriosa, con dilatación de pupila.
– Los músculos pierden su tono muscular, lo que se traduce en párpados caídos, músculos de la cara flácidos, movimientos musculares lentos e inseguros. Se produce una dificultad para hablar, pérdida del equilibrio, las manos y la cara se enfrían, y se siente una especie de hormigueo en la piel.
– Se agudiza la percepción sensorial, en especial visual y táctil.
– Se producen estados de risa explosiva, incontrolada, se produce euforia sin alegría. Después de la euforia viene la angustia, depresión, recuerdo de vivencias negativas y sensación de vacío interno.

Drogas depresoras

Corresponden al alcohol, los barbitúricos y en menor grado el tabaco. Por lo general, estas drogas provocan en el individuo que las consume una conducta irritable y violenta. Si una persona se ve privada de la droga, se produce el síndrome de abstinencia, que se traduce en insomnio, alteración al sistema circulatorio, fiebre, convulsiones e incluso la muerte.