La hora
La hora unidad de tiempo igual a una veinticuatroava parte del día astronómico. Hay dos tipos de hora, la solar y la sidérea, correspondientes respectivamente al día solar y al día sidéreo. La hora solar empleada actualmente, que permanece constante a lo largo del año, es una innovación relativamente moderna. Hasta el siglo XVIII, la hora solía tomarse como una doceava parte del periodo comprendido entre la salida y la puesta de Sol, o al contrario, y variaba con las estaciones. Las horas se dividen en 60 minutos iguales. La hora sidérea (empleada sólo por los astrónomos) es 9,83 segundos más breve que la hora solar.
Para ordenar los horarios de todo el planeta se establecieron los denominados husos horarios, que se obtienen mediante el siguiente cálculo matemático: la circunferencia terrestre -que al igual que todas las circunferencias tiene 360°-, se divide por la cantidad de horas que tiene un día, 24. El resultado es 15. Esto implica que cada 15° hay una hora de diferencia.
Como la Tierra tiene 360 meridianos, separados en 180° este y 180° oeste, si dividimos estos 180° de cada hemisferio por 15, llegamos a la conclusión que la diferencia horaria máxima que se puede dar entre un meridiano y su antimeridiano es de doce horas.
Solamente los lugares ubicados en el mismo huso tienen la misma hora, 15° al oeste o 15° al este empieza a variar, es una hora más temprano al oeste y una hora más tarde al este. Cada un grado hay cuatro minutos de diferencia.
Cuando los rayos solares inciden perpendicularmente sobre un meridiano es mediodía en todos los puntos ubicados sobre ese meridiano, y por lo tanto el reloj marcará las doce horas. El meridiano situado 15° al oeste del anterior, recibirá los rayos solares en forma perpendicular solo una hora después, por tanto como falta una hora para el mediodía, allí serán las once de la mañana.
La hora del meridiano de Greenwich o de origen, denominada GMT (Greenwich Mean Time) se ocupa como la hora de referencia para los husos horarios. Así, podemos calcular la longitud de un lugar comparando la hora local con la GMT, esta diferencia la multiplicamos por quince -recuerda que cada hora equivale a quince grados- y obtenemos nuestra longitud exacta.
Junto a la hora GMT, existen las horas locales, ya que muchos países -excepto los demasiado extensos como Estados Unidos- hacen ajustes a los husos horarios para que en todo su territorio rija la misma hora.