El Barroco

Estilo musical que se desarrolló en Europa aproximadamente entre los años 1600 y 1750. Si bien la música entre estas dos fechas tiene rasgos comunes, el comienzo de este periodo está marcado por unas innovaciones estilísticas y técnicas que permitieron la creación del nuevo género de la ópera.

El final del periodo se caracteriza por la aparición de elementos del clasicismo en la música instrumental y en la ópera. El término barroco se utilizó en un principio para definir un arte o un estilo con un sentido peyorativo.

Hoy día este concepto está totalmente superado. Musicalmente se considera como uno de los periodos históricos más revolucionarios de la historia. Desde la perspectiva de la simetría y el equilibrio clásicos, la música del periodo fue considerada por algunos autores como demasiado exuberante y algo grotesca. (Resulta irónico que las obras del arquitecto italiano del siglo XVI Palladio, que se utilizaron como modelo intelectual de los ideales de claridad y proporción del periodo clásico, fueran producto del mismo movimiento humanista italiano sobre el que se sustentó la creación de la ópera). El desarrollo musical del barroco puede describirse en tres fases, barroco primitivo, medio y tardío, que coinciden, más o menos, con periodos de 50 años.

Claudio Monteverdi, considerado como el precursor de la ópera italiana, impulsó formas de mayor complejidad técnica en sus oratorios y óperas sacras, proyectadas sobre las piezas litúrgicas de su época. Junto con ellas se aumentó la cantidad de obras profanas de carácter instrumental y naturaleza descriptiva, como la sonata, el concerto grosso y la sinfonía, entre cuyos grandes representantes cabe destacar a Antonio Vivaldi, Alessandro Scarlatti, Tomaso Albinoni y Arcangello Corelli.

En Francia, Jean-Baptiste Lully, François Couperin y Jean-Philippe Rameau elevaron las composiciones sacras y profanas a excelentes niveles.

Pero sin duda las cumbres del barroco musical se cifraron en Alemania con las figuras de Johann Sebastian Bach y Georg Friedrich Haendel. Bach dejó como legado una infinidad de obras maestras instrumentales y vocales como cantatas, oratorios, arias, tocatas y fugas.

Haendel, por su parte, con sus óperas italianas, oratorios y obras instrumentales constituyó un auténtico hito en la historia musical europea.