Otras respuestas vegetales
Los otros dos tipos de respuesta de los vegetales frente a distintos estímulos son las nastias y los movimientos de turgescencia.
Movimientos de turgescencia
Se distinguen de los tropismos y las nastias porque son respuestas rápidas y reversibles.
El ejemplo típico de esta respuesta es el que se produce en una planta llamada mimosa sensitiva, la cuál es muy sensible frente a los estímulos por contacto físico. A pesar de lo leve que éste sea, dicho vegetal responde replegando sus hojas. Una vez que ha pasado el estímulo, recuperan su posición original.
Los movimientos de turgescencia se basan en procesos de hidratación -absorción de agua- y deshidratación -pérdida de agua- de las células que forman parte de las hojas.
Nastias
Corresponden a movimientos de algunas partes del vegetal , independientemente de que éste reciba el estímulo en su totalidad. Por ejemplo, si la temperatura del medio ambiente aumenta, sólo crecen las estructuras florales y las otras no sufren cambios.
¿El por qué de la reproducción?
Los vegetales pueden realizar las respuestas de crecimiento y orientación hacia o alejándose del estímulo, por la acción de ciertas sustancias químicas específicas, producidas por ciertas células especiales.
Estas sustancias se llaman hormonas y actúan sobre otras células que forman parte del ser vivo, que se encuentran lejos del sitio donde se producen las hormonas.
Las células que tienen la capacidad de producir las hormonas se ubican en las zonas apicales de la planta -los extremos o la punta-. Estas células no forman órganos, es decir, no están agrupadas.
Las hormonas, además de actuar provocando los tropismos, también son las responsables de producir la maduración de las frutas, la caída de las hojas y la cicatrización de cortes que se producen en el vegetal.