Los personajes: mayor o menor presencia

La singularidad de la obra literaria, en comparación con otras manifestaciones artísticas como una escultura, cuadro o composición musical, es que su materia prima son las palabras y las letras, es decir, el lenguaje, del que todas las personas se sirven para expresarse, la mayoría de las veces sin pretensiones estéticas. Según su grado de participación en la historia, los personajes se clasifican en principales, secundarios e incidentales. A continuación, analizaremos cada uno de ellos.

Principales

Son aquellos que concentran la mayor atención, porque participan directamente en los acontecimientos que se narran.

Es decir, la narración se trata de lo que les ocurre a ellos o de lo que ellos mismos realizan. Si este tipo de personajes no estuviera, la historia desaparecería; no le sucedería nada a nadie. Entre los personajes principales suele haber uno que es el central, el más importante de todos: es el protagonista.

Secundarios

Son quienes no están involucrados directamente en la historia que se cuenta, sino que tienen una participación menor. No es que no tengan importancia; también intervienen en los hechos, pero no tanto ni tan seguido como los personajes principales. A pesar de esto, no podemos decir que no sean relevantes en la narración, puesto que aunque su participación no es fundamental, siempre hay una razón para que ellos estén ahí.

En este sentido, podemos afirmar que la obra narrativa es como un rompecabezas en que cada pieza encaja perfectamente con las demás. Es así como si faltara una pieza muy pequeña, el rompecabezas no estaría completo, y no podríamos armar la historia.

Incidentales

También se les llama personajes episódicos. Son aquellos que aparecen en la historia solo en una oportunidad, para algo específico. Esto puede ser entregar un dato, hacer una pregunta, o simplemente observar una situación.

Ahora bien, hay ocasiones en que los personajes incidentales juegan un papel clave para el desarrollo de la narración. La presencia fugaz de una sola persona puede -a veces- producir estos cambios. De todos modos, esto sucede en raras ocasiones; hay muchas narraciones que ni siquiera poseen personajes incidentales.