Agustín de Iturbide
(1783 – 1824) Nació en Valladolid (en lo que actualmente es la ciudad de Morelia), Michoacán, el 27 de septiembre de 1783. Su padre fue un rico español llamado Joaquín de Iturbide, y de la michoacana María Josefa de Arámburu, lo que le permitió tener una vida disipada y de privilegios. Estudió en el seminario de su ciudad natal y posteriormente ingresó al ejército virreinal como alférez del regimiento provincial. Al estallar el movimiento armado de 1810, el caudillo Miguel Hidalgo y Costilla lo invitó a unirse a la causa con el cargo de teniente coronel, sin embargo Iturbide optó por ponerse a las órdenes del virrey. Desde la posición de las fuerzas realistas, combatió a los instigadores del movimiento insurgente, muy especialmente a José María Morelos y a Vicente Guerrero.
Al ver que la causa declinaba en favor de la insurgencia, invitó al mismo Guerrero a declarar la Independencia de México en una reunión que se conoce como «El abrazo de Acatempan». En 1821 ambos firmaron el Plan de Iguala y el día 27 de septiembre de ese mismo año el Ejército Trigarante entró triunfante en la ciudad de México, con lo que de declaró la consumación de la Independencia. Un día después de este acontecimiento se integró la Junta Provisional Gubernativa que eligió por unanimidad a Agustín de Iturbide como su presidente.
Acto seguido y por acuerdo de Iturbide y del virrey Juan O’Donojú el organismo constituyó la Regencia de México integrada por cinco personas: Iturbide como presidente, además del mismo O’Donojú, Manuel de la Bárcena, José Isidro Yáñez y Manuel Velázquez de León. Como resultado de una revuelta callejera ocurrida el 18 de mayo de 1822, el sargento Pío Marcha y el coronel Epitacio Sánchez, al frente de Regimiento de Celaya, proclamaron a Iturbide como emperador de México.
El Congreso ratificó la proclamación un día después y el emperador y su esposa fueron coronados el 21 de julio de 1822. Sin embargo, republicanos y liberales seguían en pie de lucha con sus ideales fijos y no aceptaron la imposición. Combatieron sin tregua al recién coronado emperador y consiguieron su abdicación el 19 de marzo de 1823. Antes de salir del país reinstaló el Congreso que había sido disuelto y luego partió rumbo a Europa con su familia, donde se estableció primero en Florencia y más tarde en Inglaterra.
La historia no obstante, no estaba concluida aún. Los partidarios de Agustín de Iturbide y del imperio siguieron, y no cejaron en su empeño hasta que lograron su regreso. Desembarcó el 14 de julio en Soto la Marina, donde fue aprehendido y conducido a Padilla, Tamaulipas. Fue juzgado, sentenciado a la pena de muerte y fusilado el 19 de julio de 1824.