José López Portillo
(1920-2004) Nació en la Ciudad de México en el seno de una familia de destacados intelectuales. Su abuelo, José López Portillo y Rojas, se había distinguido como intelectual en el siglo XIX, fue miembro de la Academia Mexicana y ejerció como Ministro en dos polémicos gobiernos conservadores. Su padre, José López Portillo y Weber, destacó en el campo de las letras y contrajo matromonio con Rosario Pacheco.
De joven cursó la licenciatura en derecho en la Universidad Nacional de México (ahora UNAM ). Contrajo primeras nupcias con Carmen Romano y del matrimonio nacieron tres hijos: JoséRamón, Carmen y Paulina. Entró al servicio público en 1959 de la mano del Partido Revolucionario Institucional , la organización que durante la mayor parte del siglo XX dominó de manera absoluta la vida política mexicana. Tras fundar el doctorado en ciencias administrativas en el Instituto Politécnico Nacional ( 1961 ) y de escalar jerarquías en el gobierno federal, logró hacerse de la cartera financiera nacional al ocupar el puesto de Secretario de Hacienda de 1973 a 1975. En aquellos años los Presidentes emanados de su partido solían escoger personalmente a su sucesor y José López Portillo fue la opción elegida por el Presidente Luis Echeverría. Los siguientes meses López Portillo realizaría una campaña presidencial sin adversario alguno: el único partido opositor con registro, Acción Nacional , no presentaría candidato como protesta.
En medio de un ambiente tenso López Portillo tomó posesión como Presidente de la República el 1 de diciembre de 1976 . La situación política era difícil dado que apenas unos días antes el Presidente Echeverría había realizado una de las devaluaciones monetarias más severas que el país hubiese vivido hasta esas fechas. Sin embargo, el nuevo Presidente contaba con varios factores a su favor. A nivel personal, López Portillo era mucho más carismático que su antecesor y pronto se hizo de la buena voluntad popular. Por otro lado, la crisis internacional del petróleo, aunado al descubrimiento de vastas reservas en el Golfo de México, habrían de catapultar a México a uno de los primeros lugares en exportación de crudo por aquellas fechas, atrayendo enormes cantidades de divisas al país en un lapso relativamente corto de tiempo.
Sus principales éxitos se dieron en el área de las relaciones exteriores. Organizó la Cumbre Internacional Norte-Sur en la ciudad de Cancún ( 1981 ) para promover el diálogo entre los países del Primer y Tercer mundo; buscó una solución digna a los conflictos bélicos centroamericanos, reanudó las relaciones diplomáticas con España (rotas a raíz del franquismo ) y recibió la visita del Papa, el cual ofreció una misa al aire libre que fue transmitida en vivo por la televisión pública (algo sin precedentes en la historia moderna de México). Por sus esfuerzos en materia exterior fue condecorado con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1981.
Sin embargo, en materia económica su administración se caracterizó por tomar decisiones arbitrarias y financieramente ineptas que detonaron la crisis más severa en la historia de la nación. Contagiado de la euforia de los mercados, el gobierno tramitó una pléyade de préstamos poco responsables, que sumados a la falta de visión y a una corrupción galopante en el gobierno federal terminaron no sólo por reducir a cero los beneficios del petróleo sino a multiplicar la deuda externa y a devaluar en más de un 400 % el valor de la moneda . En los últimos años de su administración, una fuga masiva de capitales producto del pánico suscitado por el mal manejo de la economía pulverizó las reservas internacionales del país y el gobierno se vio forzado a declararse en moratoria de pagos y nacionalizar los bancos.
López Portillo dejó la presidencia el 1 de diciembre de 1982. Eligió como sucesor a Miguel de la Madrid, un destacado abogado con experiencia en materia económica y el primero de una lista de gobernantes tecnócratas, con una visión orientada al mercado y con estudios en economía realizados en prestigiadas universidades del extranjero. Alejado de la arena política se dedicó a escribir su autobiografía y otros libros con mediano éxito. Su vida privada continuó siendo motivo de escándalo. Tras vivir un tórrido romance con su Secretaria de Turismo, Rosa Luz Alegría, él y su familia se mudaron a una fastuosa residencia en los suburbios de la capital mexicana, lo cual aumentó las sospechas de corrupción. En 1995 contrajo segundas nupcias con Sasha Montenegro y tuvieron dos hijos.
Sus últimos años fueron difíciles. Paralizado parcialmente por secuelas de una embolia, se vio envuelto en una feroz disputa por la custodia de sus bienes entre sus hijos con la señora Romano y su segunda esposa. A la edad de 83 años y víctima de una complicación cardiaca generada por la neumonía que le había enviado al hospital un par de días antes, López Portillo falleció en la ciudad de México el Martes 17 de febrero de 2004 a las 20:15 horas.