El periodo Clásico
Ese periodo fue de auge y gran progreso cultural de los pueblos prehispánicos. Las sociedades mesoamericanas de este horizonte desarrollaron el conocimiento de avanzados métodos agrícolas, terrazas escalonadas de cultivo, chinampas, depósitos de agua y canales de riego. Los artesanos se especializaron en un solo tipo de manufactura: alfareros, albañiles, escultores, pintores, lapidarios, tejedores, canteros, plumarios y otros. Se organizó una gran red comercial que comunicaba los centros urbanos con sitios muy alejados, con los cuales intercambiaban cerámica, obsidiana, jadeíta, serpentina, turquesa, plumas preciosas, pieles de felinos y otros recursos.
La mayoría de la población realizaba labores destinadas a producir los bienes necesarios para la subsistencia de toda la sociedad, mientras una minoría dirigente controlaba la producción y la distribución de bienes, el intercambio a larga distancia, la planeación urbana y el conocimiento científico y religioso.
Los pueblos de este horizonte utilizaron y perfeccionaron la escritura jeroglífica y emplearon un sistema de numeración vigesimal, compuesto por signos en forma de barras y puntos con valor posicional. Además inventaron un calendario ritual de 260 días y otro solar de 365 días; estos calendarios, al combinarse, forman ciclos de 52 años.
Los grandes núcleos de población que abandonaron Teotihuacan, Monte Albán, Palenque y Tikal, entre otras ciudades, se reacomodaron en otros puntos de Mesoamérica. El abandono de los centros urbanos propició la penetración de grupos chichimecas, procedentes de Aridoamérica, en territorio mesoamericano.
Teotihuacan
Teotihuacan está situado en un amplio valle, a 45 km de la ciudad de México. La zona fue poblada desde épocas remotas, pero fue hasta el siglo I a.C. cuando se inició la construcción del centro ceremonial. Aunque éste fue construido por etapas, al parecer fue planeado como conjunto, según lo indican la armonía y funcionalidad de la distribución de los edificios.
El conjunto ceremonial está formado por dos grandes pirámides, la del Sol y la de la Luna y por templos, plataformas y lugares de residencia distribuidos a los lados de la larga Calzada de los Muertos. El edificio mayor, la pirámide del Sol, tiene lados de 215 metros, por lo que su base es semejante a la de la más grande de las pirámides egipcias.
En Teotihuacan están representadas en pinturas y esculturas las deidades que, bajo diferentes nombres, fueron venerados después por otros pueblos mesoamericanos: las de la lluvia y el agua, el Sol y la Luna, y la serpiente emplumada llamada Quetzalcóatl por los aztecas, que representa a un dios civilizador, quien según el mito dio a los hombres ciencia y sabiduría.
Los mayas
La civilización maya se inició entre el 600 y el 400 a.C. en las tierras bajas selváticas pertenecientes a los actuales territorios de Guatemala, Belice y sureste de México. Aunque se prolongó hasta la conquista española a principios del siglo XVI, alcanzó su apogeo durante el periodo clásico (200-900 d.C.). A diferencia de Teotihuacán, los mayas no crearon una estructura política unificada sino que formaron un cierto número de ciudades-estado con una cultura común.
Los mayas crearon un avanzado sistema de escritura, que ha sido descifrado poco a poco en las décadas recientes. La escritura era utilizada para registrar las hazañas guerreras de los gobernantes, para anotar la cuenta del tiempo y también con propósitos religiosos.
A finales del Clásico , las ciudades mayas sufrieron una enorme catástrofe y fueron abandonadas. Al sucumbir las ciudades del sur, una nueva y brillante etapa de la cultura maya se desarrolló después en el norte de la península de Yucatán , sobre todo en las ciudades de Chichén Itzá, Uxmal y Mayapán.
Los zapotecas
Desde épocas muy remotas, los zapotecas se establecieron en los valles centrales del estado de Oaxaca. Construyeron represas y canales de riego y desarrollaron una agricultura muy variada, que a principios del Clásico daba sustento a numerosas aldeas. El corazón de esta zona era el centro ceremonial de Monte Albán.
Monte Albán fue construido en la parte de una serranía que domina los valles. Es un conjunto de pirámides y plataformas que circunda a una enorme explanada, en la que se encuentra un extraordinario observatorio astronómico. Monte Albán estaba dedicado al culto de misteriosos dioses y a la celebración de las victorias militares de este pueblo.
Los zapotecas fueron, junto con los mayas, el único pueblo de la época que desarrolló un sistema completo de escritura, en el que se combinan la representación de ideas y la de sonidos. Esta escritura ha sido descifrada sólo parcialmente.
El final del periodo Clásico
Cuando terminó el dominio de Teotihuacan, ningún pueblo logró establecer una influencia cultural y política que abarcase toda Mesoamérica. La prosperidad de otras civilizaciones Clásicas duró unos 200 años más, pero en regiones que tenían poca comunicación entre sí. Ese fue el caso de los mayas del sur y los zapotecas.
También subsistieron señoríos avanzados en el Altiplano, como los de Cholula y Xochicalco; en el norte de Veracruz floreció el centro ceremonial de El Tajín y en los estados de Nayarit, Jalisco y Colima se desarrolló la que los historiadores llaman cultura de Occidente.
Este fue el último esplendor de las culturas clásicas. Para el siglo IX todos los grandes centros ceremoniales habían sido destruidos o abandonados. Se inició entonces una época de grandes migraciones y mezclas de pueblos, de desorden y guerras, que sólo terminaría con el establecimiento de una nueva civilización dominante: la de los toltecas de Tula.