El periodo Postclásico
El periodo Postclásico o histórico es el último período de la historia prehispánica, fue interrumpido por la violenta invasión de los españoles en territorio mesoamericano y la posterior conquista y colonización de México.
Uno de los rasgos sobresalientes de esta etapa cultural fue el comienzo de grandes movimientos migratorios internos y externos. Grupos chichimecas procedentes de Aridoamérica penetraron en Mesoamérica. Otros aspectos significativos fueron la marcada estratificación social en nobles y macehuales o gente del pueblo (campesinos, artesanos, cargadores, esclavos), la existencia de un poder central en los grandes centros de población, presidido por un gobernante supremo, quien poseía la máxima autoridad política, judicial, militar y religiosa; la presencia de órdenes militares y una serie de elementos relacionados con la guerra y el predominio de la casta militar en las sociedades maya, mixteca, zapoteca y mexica.
El fenómeno que caracteriza al Postclásico es la invasión de Mesoamérica por pueblos seminómadas que provenían del norte, de la vasta extensión de Aridoamérica. Estos pueblos se asentaron en Mesoamérica, se mezclaron con los antiguos pobladores y asimilaron muchos elementos de las culturas Clásicas. Con el tiempo crearían una nueva civilización, comparable a las más avanzadas del continente americano.
En esta época se desarrollaron las técnicas para fundir y trabajar metales como oro, plata y cobre. Estas técnicas se inventaron en la región andina y probablemente llegaron a Mesoamérica a través de comerciantes que navegaban por las costas del Océano Pacífico.
Aunque los pueblos del Postclásico fueron artesanos maravillosos, no utilizaron los metales con fines prácticos, sino únicamente en la fabricación de joyas y adornos. Los toltecas fueron una importante civilización de esta época.