Mesopotamia

La región de Mesopotamia conocida como «cuna de la civilización«, fue el lugar donde se originaron las primeras grandes invenciones de la humanidad: la escritura y legislación. Su desarrollo histórico comenzó desde el año 10 mil a. de C. con las aldeas neolíticas hasta el año 539 a. de C. cuando Babilonia fue conquistada por los persas.

Se distinguieron tres regiones: Alta Mesopotomia o Asiria, Región Central o Caldea, y Baja Mesopotamia o Sumeria, los primeros asentamientos humanos estuvieron en la parte norte en Jarmo y Karim Shahir y otros lugares; hacia el año 4 mil a. de C. se ocupó la parte sur. Estos primitivos habitantes desarrollaron técnicas de irrigación y de construcción con ladrillos de adobe; así consiguieron crear diques y canales muy útiles para la agricultura, al aprovechar mejor las aguas de los ríos Tigris y Éufrates. 

Entre los productos que cosechaban había: cebada, trigo, palma datilera, cañaverales. Además criaban animales como: cabras, carneros, asnos, cerdos y bueyes.  En Mesopotamia se profesó la religión politeísta con características aportadas por los sumerios. Los dioses se agrupaban en tres y destacaron: Anu, Enlil y Ea, deidades de la creación, de los humanos y del agua respectivamente. Sus ritos y prácticas religiosas se relacionaban con las actividades diarias y eran dirigidas por los sacerdotes que practicaban la predicción, la astrología y la adivinación.