Procesos históricos comunes

Las civilizaciones agrícolas que se desarrollaron en el noreste de África y en Asia durante el transcurso de los 6 milenios anteriores a nuestra era, manifiestan algunas características comunes que se aprecian en su organización política, social  y económica, entre ellas destacan la forma de gobierno, la integración de la sociedad, la manera de realizar las actividades económicas y las diversas manifestaciones culturales.

En Egipto los reyes recibieron el título de Faraón, eran considerados como dioses e hijos de Ra, máximo dios egipcio, y su autoridad era absoluta. Al morir, les sucedían en el trono sus hijos e hijas.

En Mesopotamia, las ciudades fueron por un funcionario político que recibía el nombre de Patesí, autoridad máxima que ejercía el mando de manera patriarcal, organizaba la distribución de las aguas y controlaba los aspectos financieros, los impuestos y el comercio de las materias primas como sales, metales y otras.

En la India, cada tribu nombraba a un jefe el nombre de Rajá, cuya principal función era gobernar pequeños territorios, dirigir batallas y dar protección al más débil. Dentro de la organización política de China, el Emperador era el personaje que ejercía la máxima autoridad, le auxiliaban en sus funciones de gobierno los Mandarines, quienes influyeron en el establecimiento del imperio y con el tiempo, se transformaban en representantes de la clase social dominante.

Además dirigían la religión y organizaban las labores campesinas, la construcción y conservación de caminos, canales y presas.