Las discusiones sobre la legitimidad de la Conquista
Los europeos colonizaron y conquistaron América y buena parte de África y Asia, porque estaban convencidos que tenían derecho a hacerlo, pues ellos eran los únicos que conocían la verdadera religión: el cristianismo y por lo tanto, tenían derecho de dominar a los pueblos que no la conocían.
Por ello en 1491, el papa Alejandro VI repartió todos los territorios, recién conquistados de América, Asia y África entre España y Portugal, para que se encargaran de evangelizar a sus poblaciones, es decir, de enseñarles el catolicismo. Lógicamente, los demás reinos europeos no estuvieron de acuerdo con esta repartición, pues ellos también querían colonizar las nuevas tierras.
Hubo algunos pensadores, como el fraile español Bartolomé de las Casas, que cuestionaron el derecho de los reyes europeos a conquistar por la fuerza los nuevos territorios. Aunque De las Casas estaba de acuerdo en que los nativos debían ser evangelizados, sostenía que esto podía hacerse por medio de la paz y no por la guerra. Sin embargo, estas ideas tuvieron muy poco impacto, ya que en los hechos, los europeos colonizaron y conquistaron de manera violenta todos los territorios que pudieron.