Embarazo múltiple

Un embarazo es considerado múltiple cuando en el vientre materno se están gestando varios fetos en forma simultánea.

Los embarazos dobles pueden ser fundamentalmente univitelinos o bivitelinos. El primero es aquel que se produce por la fecundación de un solo óvulo que se dividió en dos: estos son gemelos idénticos.

Pueden tener una o dos placentas dependiendo de la fecha en la que se separaron. Si la separación no fue completa, probablemente nazcan siameses.

En el embarazo bivitelino se produce la fecundación de dos óvulos que estallaron en un mismo ciclo menstrual. Como se originan de la fecundación de óvulos diferentes no son genéticamente iguales, pudiendo ser de sexo distinto y con características comunes a sus hermanos.

Los embarazos gemelares o dobles se producen aproximadamente 1 de cada 80 a 120 embarazos únicos. El nacimiento de trillizos es mucho menos frecuente, presentándose alrededor de 1 cada 6000 embarazos.

Se ha observado que en los embarazos múltiples la duración del mismo y el peso de los recién nacidos es menor con respecto a los embarazos únicos. También se ha visto que la edad y la paridad ejercen cierta influencia, ya que la incidencia de embarazo gemelar aumenta con la edad y el número de hijos.

Evolución

La posibilidad de un embarazo gemelar debe tenerse siempre presente cuando la embarazada posee antecedentes familiares.

Las molestias que aparecen normalmente durante el embarazo adquieren mayor intensidad con respecto a los embarazos únicos, principalmente en cuanto a los vómitos y a los movimientos de los bebés. También se observa mayor retención de líquido y dificultad para respirar.

El volumen del abdomen es mayor que el esperado para la edad gestacional, a la palpación pueden identificarse múltiples partes fetales y a la auscultación se pueden diferenciar dos focos de latidos cardíacos.

La ecografía es el método que da el diagnóstico de certeza de que se trata de un embarazo doble, identificando inicialmente dos sacos gestacionales y en los meses siguientes las diferentes estructuras fetales.

La incidencia de abortos se incrementa levemente, con la posibilidad de la pérdida de un bebé y el crecimiento y desarrollo normal del otro.

No es raro que se produzca un nacimiento pretérmino, con retardo del crecimiento o con bajo peso al nacer.

Durante el parto pueden presentarse algunas dificultades, a causa de la gran distensión de las fibras del músculo uterino, por lo que la dilatación se realiza muchas veces con lentitud. El nacimiento del segundo hijo se produce luego de 20 a 30 minutos (período de reposo) del nacimiento del primero.