Felipe Calderón Hinojosa
(18 de agosto de 1962- ) Nacido en Morelia Michoacán, es un abogado y político mexicano, miembro del Partido Acción Nacional. Fue presidente de México del 1 de diciembre de 2006 al 30 de noviembre de 2012. Al terminar su mandato, se trasladó a Estados Unidos, donde se desempeña como académico de la Universidad de Harvard.
Calderón es abogado egresado de la Escuela Libre de Derecho (1987). Obtuvo la maestría en economía en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), así como la maestría en administración pública (MPA) por la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard en los Estados Unidos. Calderón tuvo una larga carrera política dentro del PAN, donde ocupó diversos cargos directivos, incluyendo la presidencia del partido entre 1996 y 1999. Fue candidato a la gubernatura de Michoacán en 1995, representante en la Asamblea del Distrito Federal y diputado federal en dos ocasiones. En la segunda de ellas, fue coordinador del grupo parlamentario panista en la Cámara de Diputados.
Fue durante unos meses director del Banco Nacional de Obras en 2003, hasta ser designado por Vicente Fox como secretario de Energía, cargo en el que permanecería hasta 2004, cuando renunció por haber sido amonestado públicamente por Fox por hacer actos proselitistas en busca de la presidencia de México.
Uno de los desafíos mayores dentro de la carrera partidaria le llegó en 1996, cuando con sólo 34 años de edad fue elegido presidente nacional del PAN, cargo que desempeñó hasta 1999. También en el ámbito de la política internacional obtuvo reconocimientos en plena juventud: en 1997 se convirtió en miembro del Grupo Líderes Mundiales del Futuro (del Foro Económico Mundial), y en 1998 en vicepresidente de la Internacional Demócrata Cristiana.
En el año 2000 Calderón volvió al ruedo parlamentario y ocupó nuevamente un escaño en la Cámara de Diputados; en esa ocasión se desempeñó como coordinador de la bancada de su partido durante la 58 Legislatura, cargo que abandonó en 2003 para pasar a cumplir funciones en la Administración Pública como director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras). Su colaboración más directa con el presidente Vicente Fox tuvo lugar a partir de septiembre de 2003, cuando fue incorporado al gabinete ministerial para el cargo de secretario de Energía; pero sus aspiraciones presidenciales le generaron fricciones con el mandatario y lo obligaron a renunciar en mayo de 2004, después de que Fox le reprochara haber lanzado su precandidatura en un acto en Guadalajara.
La campaña electoral para las presidenciales de 2006, que debían proporcionar el nombre del sucesor de Vicente Fox, fue de las más intensas que vivió el país en las últimas décadas. La figura del ex regente del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador (AMLO, como se lo conoce popularmente), miembro del PRD y candidato de la alianza por el Bien de Todos, apareció desde el comienzo como una amenaza para el oficialismo, ya que logró mantenerse en la cúspide de las encuestas defendiendo el lema «Por el bien de todos, primero los pobres«. El otro candidato con amplias posibilidades de conquistar la victoria era el propio Felipe Calderón, quien había logrado imponerse en las consultas internas del PAN al preferido por el propio Fox, Santiago Creel.
El comienzo de su sexenio se caracterizó por los operativos contra el narcotráfico en Guerrero, Michoacán, Baja California, Nuevo León y Tamaulipas, así como la decisión de extraditar a los principales capos detenidos, que influían en el reacomodo de los cárteles de la droga. Calderón convirtió el despliegue de fuerzas policiales en su tarjeta de presentación, ya que con esto interpretaba las urgencias de Washington y la urgencia de detener la violencia frente a la parálisis que caracterizó al gobierno foxista en este terreno.
El alza de los precios del petróleo favoreció en 2007 el crecimiento económico mexicano y deparó un fuerte incremento de los ingresos del Estado, lo cual permitió la ampliación presupuestaria de las políticas públicas de salud (nuevo seguro universal para los recién nacidos y reimplementación de las caravanas de salud).
Para estimular la tendencia económica expansionista, el presidente Calderón impulsó la reforma del sistema de pensiones de los trabajadores de Estado (marzo) y una reforma fiscal (septiembre) que consiguió la aprobación de un Congreso dominado por los partidos de oposición. En la misma línea se aprobó una reforma electoral tendente a la reducción de los fondos públicos dedicados a la financiación de las elecciones. En el plano internacional destacó la recomposición de las relaciones diplomáticas con Cuba y Venezuela, y la firme oposición a la construcción del muro fronterizo al que recurrió la administración de Estados Unidos como medida preventiva contra la inmigración ilegal procedente de México.
A partir de 2008 el presidente Calderón debió arrostrar las consecuencias de la crisis financiera internacional, que le impuso desafíos no contemplados por el partido gobernante y que a mediados de 2009 llevó al país a su mayor caída económica en siete décadas. El descenso de las exportaciones petroleras y de manufacturas, sumado a la epidemia de gripe A (H1N1), que afectó considerablemente al comercio y el turismo, provocaron una caída del 10.3 por ciento del PIB mexicano en el primer semestre de 2009. Entre otras causas, esta situación se debía a la estrecha dependencia de México respecto de la economía de Estados Unidos, adonde se destina el 80 por ciento de las exportaciones mexicanas.
En abril de 2009 México se convirtió en el primer país beneficiario de la línea de créditos diseñada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para ayudar a las economías mundiales afectadas por la crisis global, al recibir una partida de 47 millones de dólares. En el mes de septiembre, el presidente Calderón tomó la decisión de suprimir los ministerios de Turismo, Reforma Agraria y de la Función Pública, como medida de reducción de los gastos estatales de 2010, año para el cual se prevé un crecimiento de la economía del 3 por ciento.
En el marco de los festejos del bicentenario de la independencia de México, celebrado durante 2010, el gobierno emprendió una magnífica obra de ingeniería que dio como resultado el Puente Baluarte Bicentenario, un viaducto elevado a más de cuatrocientos metros de altura sobre el río Baluarte, que salva la quebrada Espinazo del Diablo, en la cordillera de Sierra Madre Occidental. El puente, inaugurado oficialmente en enero de 2012, forma parte de la autopista entre Mazatlán y Durango, que constituye la mayor inversión en infraestructuras realizada durante la gestión de Calderón.
En junio del mismo año, México se sumó a la creación de la Alianza del Pacífico, un nuevo bloque regional integrado además por Colombia, Perú y Chile, que tiene como principal objetivo profundizar los lazos comerciales entre sus miembros, y los de todo el bloque con los países del Pacífico asiático. Finalizado el mandato de Calderón, los comicios de 2012 convirtieron a Enrique Peña Nieto, del PRI, en su sucesor en la presidencia de México; con este resultado el Partido Revolucionario Institucional recuperaba de nuevo el poder tras un paréntesis de doce años, mientras que el partido de Calderón, el PAN, vio cómo su candidata, Josefina Vázquez Mota, quedaba relegada a un discreto tercer lugar.