Esqueleto y musculatura

El cuerpo humano es una complicada estructura de más de doscientos huesos, un centenar de articulaciones y más de 650 músculos actuando coordinadamente. Gracias a la colaboración entre huesos y musculos, el cuerpo humano mantiene su postura, puede desplazarse y realizar múltiples acciones.

– Sistema óseo
– Sistema muscular

El Sistema óseo

El esqueleto

Esqueleto, término aplicado a todas las estructuras rígidas o semirrígidas que sirven de soporte a los tejidos blandos del cuerpo de un animal, y proporcionan apoyo para la acción muscular. En los vertebrados, al esqueleto se le llama endoesqueleto, ya que se forma dentro del cuerpo. Ciertos animales invertebrados, como los insectos y los crustáceos, tienen esqueletos que reciben el nombre de exoesqueletos porque se encuentran en el exterior del cuerpo.
El esqueleto humano está formado por más de 200 huesos que se unen por bandas de tejido conjuntivo resistente y poco elástico denominadas ligamentos. Las distintas partes del cuerpo varían mucho en su grado de movilidad.

Los movimientos de los huesos del esqueleto se llevan a cabo gracias a las contracciones de los músculos esqueléticos que se unen a los huesos a través de tendones. Estas contracciones musculares están controladas por el sistema nervioso.

Las funciones del esqueleto son:

– Sostener y dar forma al cuerpo.
– Proteger los órganos internos como el encéfalo y los pulmones.
– Servir de anclaje a los músculos. De este modo, cuando los músculos se mueven, tiran de los huesos a los que están unidos y podemos realizar todo tipo de movimientos.

Los huesos del esqueleto

El hueso es el tipo especial de tejido conjuntivo que es rígido y actúa de soporte de los tejidos blandos del organismo. Constituye el componente principal de casi todas las estructuras esqueléticas de los vertebrados adultos, que protegen los órganos vitales, permiten la locomoción y desempeñan un papel vital en el equilibrio de calcio en el organismo.

El conjunto de huesos y cartílagos forma el esqueleto

Los huesos están formados por un tejido vivo muy duro que contiene sustancias inorgánicas (sales minerales de calcio y fósforo) a las que se debe la dureza de los huesos. Los huesos tienen diferentes formas y tamaños. Hay huesos planos (omóplatos), largos (fémur), cortos (vértebras), grandes (escápula) y pequeños (falanges).
Los cartílagos están formados por un tejido más blando que los huesos, flexible y resistente. Los cartílagos se sitúan, por ejemplo, en los extremos de los huesos largos, en las costillas y en el esternón.

Durante el crecimiento, nuestro esqueleto sufre diversas modificaciones, como el aumento del tamaño de los huesos y la sustitución de algunos cartílagos por tejido oseo.

En el cuerpo humano existen 208 huesos:

– 26 en la columna vertebral
– 8 en el cráneo
– 14 en la cara
– 8 en el oído
– 1 hueso Hioides
– 25 en el tórax
– 64 en los miembros superiores
– 62 en los miembros inferiores

Hay varios tipos de huesos:

– Largos, como los del brazo o la pierna
– Cortos, como los de la muñeca o las vértebras
– Planos, como los de la cabeza

División del cuerpo humano para el estudio del Sistema Óseo:

El cuerpo humano se divide de la siguiente manera para que sea más comprensible:

1.- Huesos de La Cabeza

– Los huesos del cráneo son 8 y forman una caja resistente para proteger el cerebro.
– Los huesos de la cara son 14. Entre ellos los mas importantes son los maxilares (superior e inferior) que se utilizan en la masticación.

2.- Huesos del Tronco

– La clavícula y el omóplato, que sirven para el apoyo de las extremidades superiores.
– Las costillas que protegen a los pulmones, formando la caja toráxica.
– El esternón, donde se unen las costillas de ambos lados. (anterior)
– Las vértebras, forman la columna vertebral y protegen la médula espinal, también articulan las costillas. (posterior)
– La Pelvis (ilion, isquión y pubis), en donde se apoyan las extremidades inferiores.

3.- Extremidades

a) Huesos de Las extremidades superiores

– Clavícula, omóplato y húmero formando la articulación del hombro
– El húmero en el brazo.
– El cúbito y el radio en el antebrazo.
– El carpo, formado por 8 huesecillos de la muñeca.
– Los metacarpianos en la mano.
– Las falanges en los dedos.

b) Huesos de las extremidades inferiores

-La pelvis y el fémur formando la articulación de la cadera
-El fémur en el muslo
-La rótula en la rodilla.
-La tibia y el peroné, en la pierna
-El tarso, formado por 7 huesecillos del talón.
-El metatarso en el pie
-Las falanges en los dedos.

Las articulaciones

Una articulación es la unión de dos huesos. Hay dos tipos de articulaciones:

* Las articulaciones fijas, que no permiten realizar movimientos a los huesos que las forman (huesos del cráneo).

* Las articulaciones móviles, que permiten realizar movimientos a los huesos que las forman (articulaciones de los dedos).

Clasificación de las articulaciones

Sinartrosis: son articulaciones rígidas y sin movimiento, como, por ejemplo, las que unen los huesos del cráneo. Se mantienen unidas por el crecimiento del hueso, o por un cartílago fibroso resistente.
Sínfisis: estas presentan cierta movilidad, aunque muy escasa y se mantienen unidas por un cartílago elástico.
Diartrosis: son las articulaciones móviles, como las que unen huesos de las extremidades con el tronco, los hombros o las caderas. Tienen una capa externa de cartílago fibroso y están rodeadas por ligamentos resistentes que se sujetan a los huesos. Los extremos óseos de las articulaciones móviles están cubiertos con cartílago liso y lubricados por un fluido espeso denominado líquido sinovial.

Sistema muscular

Músculo, tejido u órgano del cuerpo animal caracterizado por su capacidad para contraerse, por lo general en respuesta a un estímulo nervioso.

El músculo, es un haz de fibras, cuya propiedad más destacada es la facultad para contraerse cuando recibe una orden adecuada. Al realizar esto se acorta y se tira del hueso o de la estructura sujeta. Acabado el trabajo, recupera su posición de reposo.

El cuerpo humano se cubre de unos 650 músculos de acción voluntaria. Tal riqueza muscular permite disponer de miles de movimientos. Hay músculos planos como el recto del abdomen, en forma de huso como el bíceps o muy cortos como los interoseos del metacarpo.
Algunos músculos son muy grandes, como el dorsal en la espalda, mientras otros muy potentes como el cuadriceps en el muslo. Además los músculos sirven como protección a los órganos internos y también para dar forma al organismo y expresividad al rostro.

Los músculos son conjuntos de células alargadas llamadas fibras. Están colocadas en forma de haces que a su vez están metidos en unas vainas conjuntivas que se prolongan formando los tendones, con lo que se unen a los huesos. Su forma es variable. La más típica es la forma de huso (gruesos en el centro y finos en los extremos).

Sus propiedades:

– Son blandos.
– Pueden deformarse.
– Pueden contraerse.

Su misión esencial es mover las diversas partes del cuerpo apoyándose en los huesos.

Existen tres tipos de tejido muscular: liso, esquelético y cardiaco.

1.- Músculo liso

El músculo visceral o involuntario está compuesto de células con forma de huso con un núcleo central, que carecen de estrías transversales aunque muestran débiles estrías longitudinales. El estímulo para la contracción de los músculos lisos está mediado por el sistema nervioso vegetativo. El músculo liso se localiza en la piel, órganos internos, aparato reproductor, grandes vasos sanguíneos y aparato excretor.

2.- Tejido muscular esquelético o estriado

Este tipo de músculo está compuesto por fibras largas rodeadas de una membrana celular, el sarcolema. Las fibras son células fusiformes alargadas que contienen muchos núcleos y en las que se observa con claridad estrías longitudinales y transversales. Los músculos esqueléticos están inervados a partir del sistema nervioso central, y debido a que éste se halla en parte bajo control consciente, se llaman músculos voluntarios. La mayor parte de los músculos esqueléticos están unidos a zonas del esqueleto mediante inserciones de tejido conjuntivo llamadas tendones. Las contracciones del músculo esquelético permiten los movimientos de los distintos huesos y cartílagos del esqueleto. Los músculos esqueléticos forman la mayor parte de la masa corporal de los vertebrados.

3.- Músculo cardíaco

Este tipo de tejido muscular forma la mayor parte del corazón de los vertebrados. Las células presentan estriaciones longitudinales y transversales imperfectas y difieren del músculo esquelético sobre todo en la posición central de su núcleo y en la ramificación e interconexión de las fibras. El músculo cardiaco carece de control voluntario. Está inervado por el sistema nervioso vegetativo, aunque los impulsos procedentes de él sólo aumentan o disminuyen su actividad sin ser responsables de la contracción rítmica característica del miocardio vivo. El mecanismo de la contracción cardiaca se basa en la generación y trasmisión automática de impulsos.

Función de los músculos

El músculo liso se encuentra en órganos que también están formados por otros tejidos, como el corazón e intestino, que contienen capas de tejido conjuntivo.

El músculo esquelético suele formar haces que componen estructuras musculares cuya función recuerda a un órgano. Con frecuencia, durante su acción retraen la piel de modo visible. Tales estructuras musculares tienen nombres que aluden a su forma, función e inserciones: por ejemplo, el músculo trapecio del dorso se llama de este modo porque se parece a la figura geométrica de este nombre, y el músculo masetero (del griego, masètèr, ‘masticador’) de la cara debe su nombre a su función masticatoria. Las fibras musculares se han clasificado, por su función, en fibras de contracción lenta (tipo I) y de contracción rápida (tipo II).

La mayoría de los músculos esqueléticos están formados por ambos tipos de fibras, aunque uno de ellos predomine. Las fibras de contracción rápida, de color oscuro, se contraen con más velocidad y generan mucha potencia; las fibras de contracción lenta, más pálidas, están dotadas de gran resistencia.

La contracción de una célula muscular se activa por la liberación de calcio del interior de la célula, en respuesta probablemente a los cambios eléctricos originados en la superficie celular.

Los músculos más importantes son:

1.- En la cabeza

– Los que utilizamos para masticar, llamados Maceteros.
– El músculo que permite el movimiento de los labios cuando hablamos: Orbicular de los labios.
– Los que permiten abrir o cerrar los párpados: Orbiculares de los ojos.
– Los que utilizamos para soplar o silbar, llamados Bucinadores.

2.- En el cuello

– Los que utilizamos para doblar la cabeza hacia los lados o para hacerla girar: se llaman Esterno – cleido – mastoideos.
– Los que utilizamos para moverla hacia atrás: Esplenio.

3.- En el tronco

– Los utilizados en la respiración : Intercostales, Serratos, en forma de sierra, el diafragma que separa el tórax del abdomen. Los pectorales, para mover el brazo hacia adelante y los dorsales, que mueven el brazo hacia atrás. Los trapecios, que elevan el hombro y mantienen vertical la cabeza.

4. – En los brazos

– El Deltiodes que forma el hombro.
– El Biceps Braquial que flexiona el antebrazo sobre el brazo.
– El Tríceps Branquial que extiende el antebrazo.
– Los pronadores y supinadores hacen girar la muñeca y la mano. ( Antebrazo )
– Los flexores y extensores de los dedos. Músculos de la mano.

5.- En las extremidades inferiores

– Los glúteos que forman las nalgas.
– El sartorio que utilizamos para cruzar una pierna sobre la otra.
– El Bíceps crural está detrás, dobla la pierna por la rodilla.
– El tríceps está delante, extiende la pierna.
– Los gemelos son los que utilizamos para caminar, forman la pantorrilla, terminan en el llamado tendón de Aquiles.
– Los flexores y extensores de los dedos. ( músculos del pie )

La columna vertebral

Columna vertebral , nombre genérico dado a la estructura de hueso o cartílago que rodea y protege la médula espinal en los animales vertebrados . También recibe el nombre de raquis o espina dorsal. La estructura fundamental de tu cuerpo es la columna vertebral, ya que se encarga de sostener tu cabeza y cuerpo erguidos, y gracias a la cual puedes doblarte y girarte.

Está formada por 33 huesos en forma de anillos, llamados vértebras, unidas por una serie de articulaciones móviles. Entre ellas hay discos de cartílago duro que se comprimen para absorber los choques – que a su vez – se encuentran sometidos a grandes fuerzas durante movimientos determinados.

La columna está configurada por tres tipos de vértebras: cervicales, en el cuello; torácicas, en la parte superior de la espalda; y lumbares, en la parte inferior. Las primeras se encargan de sostener la cabeza y el cuello; las torácicas se preocupan de anclar las costillas; y las lumbares tienen como función soportar el peso y estabilizar el movimiento.

Un componente vital de nuestro cuerpo es la médula espinal. De tejido nervioso, se encarga de emitir mensajes entre el cerebro y las diferentes partes del cuerpo, siendo protegido por las 33 vértebras de la columna dorsal.

Los huesos del cráneo

La cabeza ósea está formada básicamente por dos zonas: el cráneo y los huesos de la cara. El cráneo cumple una función muy importante, ya que se preocupa de contener todo el sistema nervioso central, con excepción de la médula. Los huesos de la cara, por su parte, dan soporte a la nariz y a toda la cavidad nasal, a los ojos y al aparato masticador.

El cráneo óseo es prácticamente un rompecabezas. Está compuesto por el hueso frontal, que sirve de base del cráneo y se ubica entre los dos parietales y parte de los temporales. Por detrás, está el hueso occipital, que es la única unión entre la cabeza y la columna vertebral.

La cara ósea, en su parte superior, está formada por la cara externa y anterior del hueso frontal y, en su parte inferior, por los huesos nasales, los unguis y los dos huesos malares (sobre la encía superior). Luego están los dos maxilares, superior e inferior , que permiten los movimientos de masticación, pero solo se mueve el inferior. Y, finalmente, están las cavidades orbitales (de los ojos) y la cavidad nasal.

Caja torácica

Por lo general, cuando respiras e inhalas aire profundamente, ves que sobre el estómago se marcan varios huesos arqueados: esas son tus costillas, huesos largos y curvos formados por una porción ósea posterior y una cartilaginosa (cartílago costal) anterior. Si realizas este ejercicio nuevamente, podrás sentir cada una de ellas y te darás cuenta de que son 12, articuladas en su parte posterior con dos cuerpos vertebrales, aunque solo las siete primeras se unen directamente al esternón por medio de los cartílagos costales; la 8, 9 y 10 se unen entre sí antes de hacerlo al esternón, y la 11 y 12 quedan libres en los músculos abdominales.

Estos huesos arqueados también pueden sufrir fracturas, que se producen por traumatismo directo, pero se sueldan espontáneamente en seis semanas, lo que significa que no se debe utilizar ningún tipo de vendaje, solo analgésicos. Su riesgo principal deriva de la falta de movilidad torácica por el dolor, lo cual retiene secreciones y puede facilitar infecciones, como la neumonía. Las fracturas costales múltiples pueden producir sangrado a la cavidad torácica (hemotórax), entrada de aire por lesión pulmonar (neumotórax) o desequilibrio de movimientos respiratorios (tórax volante).

Extremidades inferiores

Pelvis estructura ósea sostenida por las extremidades inferiores. Por la parte de atrás, la forman el cóccix y el sacro, y por delante, los huesos coxales. Hacia los lados se encuentran tus caderas, que se articulan con ella a través de los coxales, y a través de la cabeza del fémur -el hueso más largo de nuestro cuerpo, que forma el muslo- con las extremidades.

Las partes de las extremidades inferiores de tu cuerpo son el fémur, la rótula, la tibia, el peroné y los huesos del pie, formadas cada una por huesos y articulaciones que se unen entre sí.

La rodilla es la articulación del muslo con la pierna, formada por tres huesos. El extremo inferior del fémur (el hueso del muslo) forma los cóndilos femorales, que son dos eminencias voluminosas del extremo inferior del fémur, que se articulan con el extremo superior de la tibia formando la rodilla. El extremo superior de la tibia, las mesetas tibiales externa e interna, tienen forma de bandejas planas unidas por el centro, sobre las que se apoyan, giran, se deslizan y rotan los cóndilos femorales, extendiendo (cuando estás de pie) o flexionando (cuando estás en cuclillas) la rodilla. Por su parte, la rótula es un hueso con forma de disco que se apoya sobre la cara anterior de los cóndilos femorales, deslizándose hacia arriba y abajo al extender y flexionar la rodilla.

La pierna está formada por la tibia, un hueso muy importante ya que soporta los mayores esfuerzos que realizan tus piernas, y el peroné, que tiene la función de articular la pierna con el pie, de manera que puedas caminar y correr libremente. El pie, por su parte, lo forman los huesos del tarso , con los metatarsianos y las tres hileras de falanges del pie. Los huesos que componen las extremidades inferiores soportan todo el peso de tu cuerpo.

Extremidades superiores

Son la porción terminal de los brazos o extremidades superiores del cuerpo. A veces, en otros mamíferos y formas inferiores de animales, este tipo de apéndices también se llaman manos, para distinguirlos de los pies o miembros inferiores; pero las manos verdaderas solo aparecen en los primates.

Los huesos de la mano son 27: ocho en el carpo o muñeca, colocados en dos filas de cuatro huesos; cinco en el metacarpo o palma, uno para cada dedo, y los catorce huesos digitales o falanges, dos en el pulgar y tres en cada uno del resto de los dedos. Los movimientos de la mano se llevan a cabo mediante la participación de dos grupos de músculos y tendones: los flexores, para flexionar los cinco dedos, y los extensores , para extenderlos. Los músculos flexores están localizados en la cara inferior del antebrazo, y están unidos a las falanges de los dedos por los tendones. Los extensores se encuentran en la parte posterior del antebrazo y se unen de forma similar.