Sistema nervioso
El sistema nervioso consiste en una compleja red, muy organizada, de miles de millones de neuronas, así como un número incluso mayor de células gliales. Las estructuras anatómicas que lo forman son:
- el encéfalo,
- los nervios (pares craneales) y sus ramas,
- la médula espinal,
- los nervios raquídeos (espinales) y sus ramas,
- los ganglios,
- los plexos entéricos y
- los receptores sensoriales.
El encéfalo
Se encuentra dentro del cráneo y comprende casi 100 mil millones de neuronas. Doce pares de nervios craneales numerados del I al XII nacen en la base del encéfalo. Un nervio es un haz que contiene de cientos a miles de axones, así como tejidos conectivos y vasos sanguíneos acompañantes. Cada nervio tiene un trayecto específico y se distribuye en una región corporal particular.
La médula espinal
Está contenida en la columna vertebral y se conecta con el encéfalo a través del agujero occipital del cráneo y la integran cerca de 100 millones de neuronas. De ella nacen treinta y un pares de nervios raquídeos que se distribuyen en las mitades derecha e izquierda del organismo.
Los ganglios
Son masas pequeñas de tejido nervioso que contienen sobre todo cuerpos celulares de neuronas y se localizan fuera del encéfalo y la médula espinal.
Para mantener su equilibrio constante, toda función del organismo requiere de un sistema que integre la información y proceda a elaborar una respuesta. Estamos hablando de la percepción de un estímulo y la conducción del mismo a través de una vía que lo transporta a nivel central, donde se integra, se analiza y se proporciona la respuesta correspondiente. Esta función integradora fisiológica la realiza el sistema nervioso.
La actividad coordinada de los sistemas nerviosos y endocrino son la clave de la homeostasis, o conservación del equilibrio funcional y del medio interno. Esta integración funcional nos permite realizar nuestra actividad como organismo. Así, al mismo tiempo que se leen estas líneas, se ponen en juego vías nerviosas para transmitir los estímulos visuales y lumínicos por medio de los impulsos eléctricos al sistema nervioso central, y éste proporciona la respuesta que consiste en comprender lo que se está leyendo.
En conclusión, todas y cada una de las funciones que se llevan a cabo en el organismo están presentes al mismo tiempo, recibiendo estímulos y elaborando respuestas para mantenerlas constantes. Éste es el trabajo del sistema nervioso, el gran integrador funcional de nuestro cuerpo.