Elementos del clima

El clima tiene una gran influencia en la vegetación y la vida animal, incluyendo a los seres humanos. Desempeña un papel significativo en muchos procesos fisiológicos, desde la concepción y el crecimiento de los seres vivos hasta la salud y la enfermedad. El ser humano, por su parte, puede influir en el clima al cambiar su medio ambiente, tanto a través de la alteración de la superficie de la Tierra como por la emisión de contaminantes y productos químicos, como el dióxido de carbono, a la atmósfera.

Los fenómenos climáticos se originan en la atmósfera. El sol calienta la superficie de la Tierra, pero no en todas las zonas por igual, ya que al ser esférica, el Sol incide con mayor fuerza en el Ecuador, cubriendo a una superficie menor.

En los polos, el Sol incide con menor fuerza, debido al ángulo que forma con la capa de aire que debe atravesar a diferencia del Ecuador, por lo que se recibe menor calor por unidad de superficie. La tierra, a diferencia del mar, se calienta con mayor facilidad y es capaz de enfriarse con la misma rapidez. En los trópicos, la tierra y el mar están muy calientes, pero en latitudes altas (hacia los polos) el mar está más frío que la tierra en el verano y más tibio que la misma en el invierno. Precisamente esto, incide en la temperatura del aire. Estas condiciones físicas, que caracterizan los estados de la atmósfera, son conocidos como elementos climáticos.

Temperatura

La temperatura es la cantidad de calor que posee la atmósfera, dependiendo directamente de la energía que irradie el Sol, que es el responsable de casi toda la energía que circula en la Tierra. El Sol es de vital importancia para todos los seres vivos y se encarga de movilizar las masas de aire, las corrientes marinas, evaporar las aguas del mar, etc. La atmósfera se recalienta por efecto de la radiación solar que, interceptada por algún objeto terrestre, da origen a la insolación.

A su vez, el aire se calienta por absorción de temperatura por los gases e irradiación de la energía solar absorbida por el suelo. Solo el 40% de la energía emitida por el Sol es recibida en la superficie terrestre. La mínima temperatura diaria se produce poco después de la salida del Sol y la máxima dos horas después del mediodía. La diferencia entre la mínima y la máxima es lo que conocemos como oscilación o amplitud térmica.

Presión atmosférica

La densidad del aire seco al nivel del mar representa aproximadamente un 1/800 de la densidad del agua. A mayor altitud desciende con rapidez, siendo proporcional a la presión e inversamente proporcional a la temperatura. La presión se mide mediante un barómetro y su valor, expresado en torrs, está relacionado con la altura a la que la presión atmosférica mantiene una columna de mercurio; 1 torr equivale a 1 mm de mercurio. La presión atmosférica normal a nivel del mar es de 760 torrs, o sea, 760 mm de mercurio. En torno a los 5,6 km es de 380 torrs; la mitad de todo el aire presente en la atmósfera se encuentra por debajo de este nivel. La presión disminuye más o menos a la mitad por cada 5,6 km de ascensión. A una altitud de 80 km la presión es de 0,007 torr.

Es la fuerza que ejerce la atmósfera en todas las direcciones, como consecuencia del peso de las capas superiores. Esto hace que en las capas bajas el aire sea más denso y sus partículas presiona en todas direcciones, fuerza que disminuye gradualmente con la altura. La temperatura alta hace que el aire sea más liviano y se eleve (baja presión). En cambio, en las zonas frías, el aire es más pesado (alta presión). Un centro de baja presión se relaciona con un ciclón y uno de alta presión con un anticiclón.