Los componentes del bosque

Los bosques proporcionan un hábitat a una amplia variedad de plantas y animales y cumplen otras muchas funciones que afectan a los seres humanos. La fotosíntesis es el proceso químico mediante el cual las hojas usan la luz del sol y el dióxido de carbono para producir azúcares que proporcionan energía al árbol o a la planta; durante el proceso, el follaje de las plantas y los árboles liberan oxígeno, necesario para la respiración.

Los bosques también impiden la erosión, el desgaste del suelo por el viento y la lluvia. En parajes desnudos con poca o ninguna vegetación, las fuertes lluvias que caen sobre grandes áreas pueden arrastrar el suelo hasta ríos y arroyos, provocando corrimientos de tierra e inundaciones.

En áreas boscosas la bóveda de hojas (la copa de los árboles) intercepta y redistribuye gradualmente la precipitación, que de otro modo podría causar inundaciones y erosión –una parte de la precipitación fluye por la corteza de los troncos; el resto se filtra a través de las ramas y el follaje. Esa distribución más lenta y poco uniforme de la lluvia asegura que el suelo y el agua no sean arrastrados de forma inmediata. Además, las raíces de los árboles y las otras plantas sujetan el suelo e impiden inundaciones y el enturbamiento de ríos y arroyos. Los bosques también pueden aumentar la capacidad de la tierra para capturar y almacenar reservas de agua.

La bóveda de hojas es especialmente eficiente para capturar agua procedente de la niebla -vapor de agua condensado, en forma de nube- que distribuye, como precipitación, en la vegetación y el suelo. El agua almacenada en las raíces de los árboles, los troncos, los tallos, el follaje y el suelo del terreno forestal, permite a los bosques mantener un flujo constante de agua en ríos y arroyos en tiempos de fuertes precipitaciones o sequías.

Los elementos vivos están formados por los vegetales, los animales y descomponedores (hongos, bacterias y otros microorganismos). Los vegetales poseen la capacidad de captar la energía del sol y transformar el dióxido de carbono o anhídrido carbónico de la atmósfera y el agua en moléculas orgánicas de alto contenido de energía, como son los almidones, y captar además los minerales del suelo a fin de incorporarlos también a su metabolismo y poder desarrollar sus estructuras.

Entre los vegetales que pueblan los bosques hay plantas que crecen sobre ellos, llamadas epifitas; plantas que los usan como apoyo, como es el caso de las enredaderas; y numerosas especies que viven bajo el bosque, llamado sotobosque, donde destacan arbustos, helechos, hierbas, musgos, hongos y líquenes, entre otros.

Toda la vida en el mundo depende de las plantas, ya que estas son las únicas capaces de generar materia orgánica mediante el proceso de la fotosíntesis. Así, todos los animales dependen de la vegetación para vivir. De acuerdo a su modo de alimentación, los animales pueden ser herbívoros (cuando se alimentan exclusivamente de vegetales), carnívoros (comen principalmente otros animales) u omnívoros (cuando su alimento es de origen vegetal y animal).

Otros seres vivos de gran importancia, a pesar de ser en general poco sobresalientes, son los descomponedores , un tipo de organismos que se alimentan de los desechos que quedan tanto de los vegetales como de los animales, reincorporando los nutrientes básicos al ciclo de la vida. Dentro de ellos se encuentran los hongos, las bacterias y muchos bichitos, tales como insectos, arañitas, gusanos y lombrices.

Los componentes no vivos de los suelos son el material proveniente de la descomposición de las rocas, tales como arenas, gravas, cenizas, escorias, etc., los que afirman el bosque a la tierra y le entregan sales minerales; el agua proveniente de riachuelos, vertientes, lluvia, nieve, humedad del aire y del suelo, y gases atmosféricos, mayoritariamente nitrógeno, oxígeno, dióxido de carbono y helio.

Otros componentes físicos del ambiente que influyen en la calidad y composición de los bosques son el clima, caracterizado por el régimen de temperaturas, de vientos, de precipitaciones, de humedad del aire, que varía a través de las estaciones del año, la topografía del terreno, incluyendo la pendiente y la exposición al sol, la altura y la latitud o distancia a la línea del Ecuador.