El medio ambiente depende de todos

Nuestro planeta se enfrenta a peligros que afectan al medio ambiente y al ajuste ecológico.

El rápido avance tecnológico producido tras la edad media culminó en la Revolución Industrial, que trajo consigo el descubrimiento, uso y explotación de los combustibles fósiles, así como la explotación intensiva de los recursos minerales de la Tierra. Fue con la Revolución Industrial cuando los seres humanos empezaron realmente a cambiar la faz del planeta, la naturaleza de su atmósfera y la calidad de su agua.

Hoy, la demanda sin precedentes a la que el rápido crecimiento de la población humana y el desarrollo tecnológico someten al medio ambiente está produciendo un declive cada vez más acelerado en la calidad de éste y en su capacidad para sustentar la vida.

Los problemas son básicamente los siguientes:

  • La contaminación de los océanos, lagos, ríos, aire, alimentos y suelos. La contaminación puede ser acústica, química y radiactiva.
  • La desertificación, por la degradación de suelos, erosión, sobrepastoreo, deforestación, sobreexplotación de la tierra, salinización, escasez de agua.
  • La eliminación de especies de fauna y flor, producto de la caza o corta indiscriminada, caza ilegal de especies protegidas, destrucción de hábitat, competencia con especies introducidas, etc.
  • La destrucción del bosque nativo, por incendios, sobreexplotación, propagación de especies foráneas. También se debe a la introducción involuntaria de especies que constituyen plagas, construcción de represas, caminos y otras obras, crecimiento urbano, contaminación.
  • La sobreexplotación de flora y fauna marina, como las algas, moluscos, peces, crustáceos u otros.
  • La explosión urbana, que provoca hacinamiento, pérdida de tierras fértiles, congestión vehicular, contaminación atmosférica, acústica y de aguas, acumulación de desechos sólidos.

Además, tenemos diversos problemas globales, como son: el recalentamiento de la Tierra, más conocido como efecto invernadero, que lentamente está provocando el derretimiento de los hielos polares; el adelgazamiento y agujero de la capa de ozono, que afecta especialmente a los países más australes del hemisferio sur, permitiendo el paso de los rayos solares ultravioletas, que debido a su intensidad dañan nuestra piel y vista, y que en casos de alta exposición pueden producir cáncer a la piel y ceguera; y la lluvia ácida, que se produce por la disolución de algunos gases (NO2, SO3, etc.) en el agua, formando ácidos que dañan la vegetación, las viviendas y la infraestructura, entre otros.