El Preclásico: las primeras civilizaciones

Las culturas preclásicas tuvieron su origen en grupos de aldeanos que comenzaron a desarrollar la agricultura. En la costa del Golfo de México, así como en el Altiplano Central, Oaxaca y las regiones Occidente y Maya, se encuentran vestigios de estas culturas. Entre ellas destaca la olmeca cuya influencia se extendió en todas las regiones de Mesoamérica.

Entre las principales características de las sociedades del horizonte preclásico destaca el establecimiento de varias poblaciones sedentarias, la gente vivía en chozas agrupadas en aldeas agrícolas, ya que la agricultura se desarrolló como la actividad económica fundamental; la caza, la pesca y la recolección se conservaron como actividades secundarias. En estas aldeas se adoptó el maíz, la calabaza, el frijol y el chile como la base de la alimentación.

Otro aspecto importante de este período fue el nacimiento y desarrollo de las artesanías, sobresalieron entre ellas la alfarería, la elaboración de cerámica, variada en cuanto a formas y con acabados de gran calidad, y el modelado de las figuras.  Los pueblos mesoamericanos del horizonte preclásico construyeron pequeños centros ceremoniales con basamentos y plataformas alrededor de las plazas. En estos centros ceremoniales se concentraron las actividades administrativas, religiosas, comerciales y artesanales, y en ellos comenzó la arquitectura religiosa, como se aprecia en los basamentos piramidales de Tepalcate, Cuiculco y Tlapacoya.