Reacciones químicas
Todos los organismos dependen de la energía contenida en los alimentos para vivir. Por tanto es necesario conocer la química de la digestión de la absorción, proceso en cuyo transcurso las sustancias de elevado peso molecular son degradadas a moléculas mucho más pequeñas, absorbibles y difusibles a los distintos tejidos, donde serán utilizadas para la reconstrucción de otras nuevas, de gran peso molecular, pero características de aquel determinado tejido.
Las plantas sintetizan hidratos de carbono, grasas y proteínas durante los periodos en que reciben luz solar, y almacenan estos compuestos para utilizarlos cuando el crecimiento les obliga a consumir grandes cantidades de energía.
Cuando los alimentos, en especial hidratos de carbono y grasas, se queman en el organismo animal, rinden la misma cantidad de calorías por gramo que cuando arden rápidamente en un calorímetro de laboratorio. Los aparatos mecánicos desarrollan la misma cantidad de calorías por gramo de combustible que los organismos vivientes.
Tanto los sistemas mecánicos como los orgánicos desprenden también grandes cantidades de energía calorífica y proporciones pequeñas de energía útil.
Es necesario conocer el problema de la respiración de la absorción de oxígeno en los pulmones y en los glóbulos rojos, de sus distribuciones a los tejidos, donde es liberado para proveer a los procesos oxidativos con producción de energía. Así mismo, la regulación y la coordinación de las actividades entre los distintos órganos de un mismo individuo dependen de reacciones bioquímicas especiales, por la utilización de sustancias específicas como las vitaminas.
Durante todos estos procesos se formarán obviamente sustancias sólidas, líquidas o gaseosas, que serán eliminadas a través de órganos adecuados con funciones específicas, a fin de evitar la intoxicación del organismo que las produce.