Antecedentes de la ecología
Las secuelas del átomo
El lanzamiento de la primera bomba atómica sobre Hiroshima, el 6 de agosto de 1945, marcó la historia de la Humanidad, pues causo terribles e inolvidables estragos.
Del centro de dicha ciudad nipona desaparecieron todas las edificaciones y todo rastro de vida. Murieron 80.000 de sus 250.000 habitantes y casi el mismo número resultaron heridos.
Cuatro días después, una segunda bomba cayó sobre Nagasaki y Japón se vio forzado a capitular, lo cual marcó el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Durante décadas la radiactividad emitida por tales bombas ha ocasionado nuevas muertes y enfermedades y ha efectuado incluso a las generaciones posteriores de ambas urbes.
Reacciones internacionales
En 1946, fue creada en EE UU la Comisión de Energía Atómica, para supervisar el desarrollo de uso pacífico y militar de la energía nuclear.
Dos años después, en 1948, se constituyó la Unión internacional para la Conservación de la naturaleza, organizaciones cuyos miembros, muy heterogéneos pertenecen en la actualidad a 115 países y corresponden a estados, agencias gubernamentales y, sobre todo, a asociaciones privadas.
A fines de la década de los años sesenta, en 1969, la voluntad de grupos canadienses y estadounidenses de aunar fueras para protestar contra las pruebas con bombas nucleares, realizadas por EE UU, creó el movimiento Greenpeace, el cual se ha extendido posteriormente a todo el Planeta.
En fechas más recientes, en 1982, se fundó el Instituto de Recursos Mundiales, organización independiente que busca el desarrollo de los países sin destruir el medio natural.