Diálogo y participación para solucionar problemas de convivencia
Ordinariamente, la pertenencia a una comunidad implica que la colectividad influya en cada individuo, pero también cada individuo influye en la colectividad. Además, existen modelos sociales y símbolos que fortalecen la identidad colectiva.
Influencia positiva
Cuando el conjunto de influencias individuales o colectivas fortalecen al grupo y le permiten el logro de sus objetivos aspiraciones, resultan positivas.
Influencia negativa
Si la influencia de una persona dentro de un grupo, o viceversa, la influencia de la colectividad en una persona genera relaciones destructivas o denigrantes para la condición humana, se trata de influencias negativas. La coexistencia de una comunidad puede verse amenazada por las influencias negativas.
Un factor que determina la pertenencia a un grupo es la responsabilidad de cada quien frente a sí mismo, pero también frente a los demás. Aunque la pertenencia dentro de una comunidad es importante para cada individuo, es normal que ocasionalmente, o quizá en forma recurrente, se presenten diferencias, fricciones y conflictos entre las personas que integran dicha comunidad.
Como el interés comunitario suele representar una prioridad, los individuos deben aprender a resolver esas situaciones y a cooperar en búsqueda de soluciones, para lo cual se requiere:
– El respeto a las opiniones de unos y otros, pero también la capacidad para discutir de manera racional. Debe establecerse un margen para opinar y aun para disentir entre opiniones opuestas. El propósito al discutir debe ser la búsqueda de acuerdos.
– La capacidad para negociar y ceder parcialmente con la finalidad de mantener los acuerdos y la convivencia entre todos los integrantes de una misma comunidad, por encima de las discrepancias.
– La adopción de una actitud propositiva. La mejor forma de discutir es aquella basada en propuestas y no la que sólo gira en torno a reclamos o descalificaciones. Proponer significa que somos capaces de hallar salidas a los problemas.
Como resultado de una adecuada discusión, pueden obtenerse dos cosas:
– Que se busque el beneficio de todas las partes involucradas.
– Que se logren acuerdos satisfactorios para todos.
Dialogar significa ejercer y respetar el derecho de todos y cada uno a hablar y a expresarse. El diálogo puede ayudar a resolver problemas.
Las personas de una misma comunidad involucradas en un conflicto pueden expresar con libertad y con todo el derecho de ser escuchados Sus distintos puntos de vista. Algunas de esas personas ayudan a la solución del conflicto porque moderan las diferencias entre todos y porque son capaces de motivar el consenso; asimismo, fortalece el diálogo y la negociación, y enfatizan los valores, normas, actitudes y objetivos que sustenta la coexistencia al interior del grupo.
Aunque el reclamo colectivo es legítimo también es prudente recordarle a dicho compañero las normas y exigencias dentro del equipo. Además, puede propositivo si alguien menciona lo valioso que el compañero faltista resulta para el equipo, y si plantea la posibilidad de brindar una nueva oportunidad a cambio de exigirle también una actitud responsable y comprometida.