Edad Media
Se inicia en el año 476 de nuestra era con la caída del Imperio Romano de Occidente tras las invasiones bárbaricas y se distingue por su orientación hacia la fe y el predominio de la Iglesia. Sobrevive el Imperio Romano de Oriente, donde se forma Bizancio, mientras que ya en el siglo VII florece el Imperio Islámico.
El feudalismo, como forma de organización económica que distinguió al Medioevo, se caracterizó por la existencia de terratenientes, quienes eran los poseedores de grandes extensiones de tierra, llamadas feudos, las cuales eran trabajadas pro siervos (servidumbre).
Las Cruzadas religiosas en defensa del catolicismo también corresponden a la Edad Media, aunque a una segunda fase. La decadencia del feudalismo, el auge del comercio en los burgos (ciudades), la propagación de la peste bubónica y el surgimiento de las universidades marcaron la última fase de este periodo de la Historia.
Con el desarrollo del comercio a finales de esta época surgieron los bancos y los sistemas de crédito, así como el cobro de intereses. La caída de Constantinopla o Imperio Bizantino bajo el poder de los turcos, en 1453 simboliza el fin de la Edad Media y el nacimiento de grandes ciudades Estado, como Florencia, Nápoles y Venecia, que caracterizan el principio del Renacimiento.