Contexto internacional actual
Con el declive soviético y la caída del Muro concluyó la Guerra Fría al finalizar la década de 1980. Se inició entonces una nueva fase del capitalismo neoliberal encabezada por Estados Unidos, la cual se ha caracterizado por la ocurrencia de nuevos conflictos militares, como el del Golfo Pérsico a finales del siglo pasado y el de Afganistán, en la primera década del siglo XXI.
En esta nueva fase, Estados Unidos está ejerciendo una prepotencia bélica, fomentando la persecución del narcotráfico en América Latina y tratando de erradicar el terrorismo mundial.
En el ámbito económico se observa que la economía mundial tiende en primera instancia a la regionalización (Unión Europea, Pacífico Asiático y Norte de América) y en segunda instancia a la globalización. Por otra parte, el mundo entero está enfrentando la amenaza de las armas químico biológicas y de la proliferación de los virus. El uso de nuevas tecnologías en la informática y las telecomunicaciones, así como el auge de las ciencias genómicas son rasgos distintivos de los inicios del siglo XX1.
La globalización es un proceso en el que el mundo se integra sobre todo de forma económica, pero también política, cultural e ideológicamente. Mientras esta integración avanza, el poder de los Estados tiende a desaparecer. En consecuencia, si los países desean mayores oportunidades de éxito en el escenario mundial, requieren incorporarse y adaptarse a dichas tendencias globalizadoras que se perciben como ineludibles.
El mecanismo privilegiado para dicha adaptación es la apertura económica, en conjunto con otras medidas internas para apoyar al mercado global, como la privatización y la desregulación comercial, medidas que se identifican con el modelo económico neoliberal que sustenta la globalización.
De acuerdo con Octavio Ianni, existen múltiples metáforas, expresiones descriptivas e interpretativas acerca del concepto de globalización, tales como: “economía mundo”; “shopping center global’; ‘‛Disneylandia global”; “nueva división internacional del trabajo”; “capitalismo global”, “mundo sin fronteras” «tecnocosmos” “desterritorialización” “hegemonía global”; “fin de la geografía” “fin de la historia» y “aldea global’; entre otras, que expresan una caracterización totalizadora y compleja de la realidad internacional.
La importancia de esas metáforas es que en ellas pueden distinguirse ciertas características del proceso que intenta describir. Por ejemplo, que la globalización:
- Es una etapa histórica de gran importancia porque rescata lo global, pero no lo internacional.
- Se encuentra definida actualmente por el capitalismo liberal dominante.
- En este sentido implica occidentalización de valores.
- Transforma el mercado, las fuerzas productivas, la división del trabajo y la acumulación originaria.
- Como parte de la historia capitalista se centra en aspectos, causas y consecuencias económicas, dejando de
- Lado los impactos sociales o culturales.
- Utiliza instrumentos como los avances tecnológicos, tales como el internet y la telefonía móvil.
Si bien es cierto que la globalización es una de las características del sistema internacional contemporáneo, representa un fenómeno complejo, contradictorio y desigual, y no es un proceso concluido. Al estudiar la globalización debe tenerse en cuenta la confrontación, y sus consecuencias, de importantes elementos, por ejemplo:
- Políticos. El dilema fragmentación integración y el futuro del Estado-nación como unidad básica de las relaciones internacionales.
- Sociales. La creación de lo que se ha llegado a llamar sociedad civil global, compuesta por ciudadanos antes que por Estados.
- Culturales. La difusión de todo un estilo de vida basado en el consumo como herramienta principal para la obtención del éxito.
- Económicos. La expansión acelerada del capital financiero y de sus instrumentos, como el neoliberalismo.
Si bien la producción se dispersa en espacios geográficos distintos, en el ámbito de la circulación existen mercados nacionales y/o regiones aún proteccionistas, por lo cual el proceso de globalización está lejos de ser perfecto. Además, las ganancias del comercio mundial aún se concentran en los tres grandes centros de la economía internacional: Unión Europea, Sureste de Asia y Estados Unidos.
La sociedad contemporánea se encuentra en crisis, si se entiende por crisis a una situación de pérdida del equilibrio o un cambio brusco, en la cual no se pueden satisfacer las expectativas de la mayoría, como la generalización de los empleos o la mejora de los servicios sociales.
Esto se relaciona con la globalización y la adopción de medidas neoliberales por parte de los diversos Estados, los cuales por medio de ellas tienden a buscar una mejor inserción en el mercado global. Dicha situación ve nacer actitudes como la indiferencia social o, en contraparte, la formación de Organizaciones No Gubernamentales para impulsar proyectos alternos al Estado (ONG) y grupos de “globalifóbicos”, entre otros, por parte de la sociedad civil mundial.
El objetivo al formar estos grupos es tratar de resolver los conflictos que también se vuelven globales, como el deterioro del medio ambiente, la violación de los derechos de las llamadas minorías, como es el caso de los pueblos indígenas, el fenómeno del cambio climático, el avance del narcotráfico y del terrorismo o de problemáticas de salud pública, como el SIDA.