Célula vegetal
La célula vegetal perfecta consta de una masa como gelatinosa. Definida por una envuelta o pared celulósica. En el interior de esa masa se encuentra un cuerpecillo generalmente redondeado u oval, llamado núcleo, así como diferentes corpúsculos. El conjunto, salvo la membrana, se llama protoplasma o protoplasto.
El protoplasma, sin el núcleo ni los corpúsculos, se ha designado con el nombre de citoplasma, o sencillamente plasma, y es una masa gelatinosa, transparente, con finísimas granulaciones, de composición variable según la edad de la célula, según el sitio que ocupa en el vegetal a que pertenece, y mucho más según la especie de planta que se estudie.
Llena la cavidad, o lumen, de la envuelta o pared celular en las células embrionarias o muy jóvenes pero pasado ese corto espacio, al desempeñar sus funciones, se llena de cavidades, o vacúolos, repletas del llamado jugo celular, y aun concluye por desaparecer en las ya viejas, que no por ello, y aun reducidas simplemente a la pared, dejan de ser útiles al vegetal, ya como medio de sostén, ya como vasos para el transporte de la savia bruta o elaborada.
Una parte de citoplasma está siempre adherida a la cara interna de la membrana, y es la capa parietal, visible con dificultad, aun con los grandes aumentos del microscopio, pero se la puede hacer aparente sumergiendo las células en agua azucarada o salina, que hace que se contraiga el citoplasma y que la capa parietal se separe algo de la cara interna de la envuelta.