Clasificación general de los vegetales
Los vegetales que más atraen la atención son los que embellecen los campos y jardines con el verdor de sus hojas, la elegancia y variada forma de sus tallos o la robustez de troncos.
Estos vegetales son las fanerógamas, plantas en las que siempre hay raíz, tallo, hojas y flores. Al lado de este ingente número de plantas que constituyen las dos terceras partes de especies del reino vegetal, existen otras en las que no hay flores, en las que los aparatos reproductores están más ocultos, son casi invisibles sin la ayuda de medios ópticos de amplificación: éstas son las criptógamas, palabra usada por Karl von Linné (1707-1778) y que significa <sexos ocultos>.
Entre las criptógamas hay un grupo de hermosas plantas, a veces arbóreas, tan frecuentes en los países tropicales y que tienen raíz, tallo y hojas, pero diferentes de las fanerógamas por crecer de flores; son las criptógamas vasculares, de las que cabe citar los helechos como más conocidos y vulgares.
Alfombrando los sitios húmedos y sombríos, a veces casi acuáticas, tapizando las rocas o los viejos troncos de los árboles, viven las muscíneas, o briófitos, confundidos todos con el nombre de <musgos>, que carecen no sólo de flores, sino también de verdaderas raíces, tallos y hojas, a pesar de tener expansiones equivalentes a dichas partes.
Y por último, en tierra y agua, en el aire, en todas partes, pululan multitud de vegetales, de los cuales los más sencillos se hallan sólo constituidos por una ínfima cantidad de protoplasma, como las bacterias, por una célula, como muchas algas, o por una reunión de células, que en los más superiores llegan a formar órganos y aparatos delicadísimos, pero sin que nunca se encuentren elementos que no sean células, como otras algas y hongos.