Características de las bacterias

El estudio detenido de estos seres gracias al perfeccionamiento de los modernos microscopios, ha permitido constatar que la sencillez de sus organismos es sólo aparente. En su protoplasma pueden encontrarse pigmentos o granulaciones cromáticas, la volutina, por ejemplo, rica en nitrógeno, gránulos diversos, entre otros de azufre, glucógeno, etc. lo más notable es que, aun desprovisto de envuelta celular, dentro de su capa epidérmica el protoplasma puede contraerse, como en los vegetales superiores, y, además, en ciertos casos limitados, se ha comprobado la presencia de pared celulósica, que puede llegar a ser cobertura de defensa.

Muchas bacterias se mueven, ya al parecer por contracciones del protoplasma, ya porque éste emite al exterior pestañas movibles, que les permiten, al agitarlas, trasladarse de un lugar a otro. También pueden segregar una sustancia gelatinosa que, reuniendo varios individuos, forma lo que se llama una zooglea.

La multiplicación se hace por división, casi siempre transversal, y es tan rápida que, para dar un ejemplo, se dirá que si 1 cm3 de leche contiene  9000 bacterias, conservado a 35 °C aumentará a 50 000 en 3 horas y a 50 000 000 en 24 horas. Muchas veces las esporas se forman dentro del protoplasma, o, mejor dicho, de la capa epidérmica de la bacteria, siendo endógenas (internas), y luego ésta por una abertura las deja libres.

Multiplicación de las bacterias

Por razón de su plasticidad, una misma especie de bacteria puede tomar formas diferentes a las que se ha llamado <formas de involución>. Es indudable que la acción del medio debe influir en estas variaciones, y que si se cambia puede observarse este fenómeno.

Los agentes físicos tienen mucha influencia sobre las bacterias; así el frio las mantiene en vida latente, pero recobran su actividad cuando la temperatura se eleva; en cambio, si ésta sube demasiado, puede matarlas. Esto explica por qué las sustancias alimenticias se conservan bien y durante prolongado tiempo, en cámaras frigoríficas, y apenas se sacan de ellas a la temperatura ambiente puede sobrevenir con rapidez la putrefacción, lo que se evita sometiéndolas a altas temperaturas, sin dejar pasar mucho desde que se sacan de las cámaras.

La luz es un bactericida enérgico; sin la luz solar las bacterias patógenas causarían, por su abundancia y pululación, mayores daños de los que ocasionan, y así los baños de sol constituyen un remedio enérgico en las enfermedades bacterianas.

Los medios químicos son unos favorables  y otros perjudiciales para la vida de las bacterias. Los primeros se utilizan para cultivarlas, los segundos como desinfectantes..