Reproducción de los liquenes

En la época apropiada para ello, se ven en la superficie del talo peritecios (botoncillo que produce frutos) amarillentos, ocráceos o negruzcos, no distintos de los de los hongos, formando como en ellos, un pseudostroma, más o menos coloreado, pero sin clorofila, en contacto con una capa de células. Los filamentos no clorofilianos forman en el interior de los peritecios un himenio, muchos de cuyos extremos resultan estériles (paráfisis); pero otros se fusionan por pares.

Dando origen a ascos, y éstos a ascosporas. Como en un verdadero ascomicete. Raras veces, en ciertos líquenes hay ascos, sino verdaderos basidios con sus 4 basidiósporas es decir, el hongo que entra en la simbiosis no es un ascomicete sino un basidiomicete.

En muchos líquenes se observan también formas imperfectas de reproducción asexual, como en los ascomicetes.

ascomycetes

Pero la forma de reproducción más propia de los líquenes es por soredios, que son verdaderos brotes. Estos soredios se forman por concentración o reunión de filamentos micelianos alrededor de un grupo de células con clorofila, y es el conjunto de unos y de otras el que recibe aquel nombre.

Arrastrados por el viento, los soredios germinan y constituyen un nuevo individuo en el sitio donde caen, ya que contienen sus elementos esenciales: micelio sin clorofila y células dotadas de ella.