Histología
Cada tejido es una unidad morfológica y, por tanto, tiene un aspecto característico. Al igual que es típico en número, su forma y la disposición de las células.
Las primeras clasificaciones de los tejidos se basaron en observaciones normales y en las propiedades fisiológicas de los propios tejidos. Posteriormente, con el perfeccionamiento de las técnicas microscópicas, se estableció su clasificación en función de criterios embrionarios, fisiológicos y morfológicos.
En la actualidad, la clasificación se basa en considerar el aspecto morfológico; de ello resulta que en el organismo humano sólo existen cuatro tipos de tejido:
a) tejido epitelial, especializado en proteger, asimilar y segregar.
b) tejido conectivo, especializado en la función de sostener y soldar otros tejidos.
c) tejido muscular, con la contracción muy desarrollada.
d) tejido nervioso, muy sensibles a los estímulos y a la transmisión, y especializado en la irritabilidad y la conductividad.