Patologías del aparato linfático
Inflamación
Puesto que los nódulos linfáticos se colocan en el curso de los vasos linfáticos, que drenan no sólo la piel, sino también las superficies mucosas internas, es inevitable que aquéllos sean expuestos a los agentes irritantes de toda clase. Por tanto, una linfadenitis, sea aguda o crónica, ha de observarse frecuentemente.
La linfadenitis aguda, con tumefacción consiguiente a una infección piógena, es de más interés quirúrgico que médico. Si la infección es virulenta, puede originar supuraciones y formar un absceso. Si no se produce supuración, la tumefacción es debida principal-mente al engrosamiento de los folículos linfáticos y con más precisión de los centros germinativos. En cuanto que inflamación aguda, suele terminar con una resolución completa.
En la linfadenitís crónica se observa hiperplasia linfoglandular cuando los nódulos linfáticos se encuentran dentro de la vía de absorción de algún producto irritante crónico. Merecen ser destacados los nódulos linfáticos existentes en el cuello, que se ven afectados por las inflamaciones de boca, garganta, dientes y amígdalas, así como también los que drenan una úlcera péptica o una colecistitis, y las glándulas de los hilios pulmonares que se encuentran en constante flujo bacteriano.
Tumores
El tejido linforreticular está constituido por 2 componentes:
l) linfocitario, que comprende los linfoblastos y los linfocitos, y
2) reticuloendotelial, que abarca las células, las fibras reticulares y las células endoteliales.
Las células originarias pueden diferenciarse según una de las líneas siguientes: a) precursores primitivos de las células de la sangre, después linfoblastos y por último linfocitos que, si asumen una evolución maligna, pueden originar un línfosarcoma o un linfoma macrofolicular; b) el retículo primitivo y más tarde retículo maduro, con posibilidad de producir, respectivamente, el sarcoma reticulocelular y la enfermedad de Hodgkins.
Enfermedad de Hodgkin
Esta afección es más frecuente en el sexo masculino que en el femenino. En general, comienza a nivel de los nódulos linfáticos cervicales y de los lumboaórticos, de donde se difunde hasta afectar otras zonas linfoglandulares y a la estructura linfática de otros órganos, especialmente del bazo, que aparece de tamaño muy superior al normal.
Este morbo se distingue también por la aparición, en número variable, de grandes células provistas de numerosos núcleos, los cuales se hallan dispuestos en el centro de la célula y superpuestos de forma característica. Esas células hipertóficas se denominan células de Sternberg, y son fundamentales para establecer el diagnóstico de la enfermedad de Hodgkin, la cual empieza a ser combatida con éxito en la actualidad.