Creatividad y pensamiento creativo
En su libro Manual de métodos creativos, el autor Joachim Sikora refiere que en un simposio sobre creatividad los científicos allí presentes asociaron a ese término más de 400 significados diferentes.
La palabra creatividad no aparece en el Diccionario de la Real Academia sino hasta las más recientes ediciones. Anteriormente a los creativos se les llamaba genios, talentosos, ingeniosos, sabios, inventores, y se les consideraba hombres inspirados por los dioses. Hoy se ha puesto de moda el término creatividad.
¿Qué nos sugiere esta palabra?
Originalidad, novedad, transformación tecnológica y social, asociaciones ingeniosas y curiosas, aventura, sentido del progreso, éxito y prestigio, nuevos caminos para llegar a un fin, alternativas, solución de problemas, fantasía, descubrimiento…
Para todo trabajo en grupo conviene ponerse de acuerdo en una única definición de los términos claves, de otro modo se dificulta la comunicación. Proponemos la siguiente definición de creatividad: la capacidad de producir cosas nuevas y valiosas.
La palabra cosas se toma en el sentido más amplio, que incluye prácticamente todo. Un método, un estilo, una relación, una actitud, una idea, es decir, cabe considerar las creaciones no sólo por su fondo o contenido, sino también por la sola forma.
La creatividad, en cuanto cualidad humana, es un hecho psicológico y, por lo tanto, debe estudiarse desde el punto de vista de los sujetos implicados. Es nuevo lo que se le ha ocurrido a un individuo y lo que él ha descubierto, y no importa que en otro lugar del mundo otra persona haya llegado a lo mismo.
La novedad puede ser grande y trascendente, como la de quien inventó el transistor o la TV a colores; o puede ser más modesta, como quien escribe un sencillo cuento para entretener a sus alumnos, o la del que diseña un pequeño aditamento para un automóvil.
El tema del valor es aún más evasivo y subjetivo que el de la novedad. En términos generales podemos distinguir tres grados o niveles para valorar el producto:
- El producto es valioso para el círculo afectivo del sujeto creador.
- Es valioso para su medio social.
- Es valioso para la humanidad.
Resultan así tres niveles de creación, que podríamos llamar:
- El nivel elemental o de interés personal y familiar.
- El nivel medio o de resonancia laboral y profesional.
- El nivel superior o de la creación trascendente y universal.
Toda persona normal puede aspirar a aportar contribuciones muy estimables en los niveles 1 y 2, y probablemente la mayoría, con un entrenamiento serio en creatividad, logren llegar a la zona 3.
Para finalizar, podemos mencionar algunos términos afines a creatividad: genio, ingenio, talento, intuición, invención, inventor, innovación y fantasía. Como quiera que se le llame, la creatividad es el motor del desarrollo personal y ha sido la base de todo progreso y de toda cultura.