Formas del pensamiento creativo
Una análisis factorial del pensamiento puede ser muy esclarecedor de la dinámica de la creatividad, y del porque y como de los grados de la misma en las diferentes personas.
J. P. Guilford, asiduo investigador sobre el tema, destaca cuatro factores:
- La fluidez. Es la cantidad de ideas que una persona puede producir respecto a un tema determinado.
- La flexibilidad. Es la heterogeneidad de las ideas producidas; nace de la capacidad de pasar fácilmente de un categoría a otra, de abordar los problemas desde diferentes ángulos.
- La originalidad. Es la rareza relativa de las ideas producidas: de una población de cien personas sólo a dos o tres se les ocurre tal idea.
- La viabilidad. Es la capacidad de producir ideas y soluciones realizables en la práctica.
Los tres primeros factores son funciones del pensamiento divergente o lateral, distinto del pensamiento convergente, lógico o vertical.
El pensamiento convergente es el que evoca ideas y trata de encadenarlas para llegar a un punto ya existente y definido, si bien oscuro para el sujeto. A modo de ejemplo podemos decir que el término de este pensamiento es un paquete ya prefabricado. El pensamiento divergente, al contrario, actúa como un explorador que va a la aventura.
Ejemplos del primero: un estudiante que se halla perplejo ante estas preguntas del maestro: ¿Cuáles son los componentes del jugo gástrico?, ¿Cuál fue el monto del a producción mundial de plata en el año 1993?
Ejemplos del pensamiento divergente: ¿cómo haremos el logotipo para nuestra empresa?, ¿qué itinerario seguiré en mi próximo viaje a Europa?
El pensamiento convergente se relaciona más con el aprendizaje escolar, tal como ha venido desarrollándose en las instituciones que manejan los currícula del sistema en cada país, y el pensamiento divergente se vincula más con la creatividad.