Violales
Comprenden numerosas familias de plantas muy diversas, ya leñosas y arbóreas, ya herbáceas y tan humildes como las trinitarias y violetas. Los Cistus constituyen el género más importante. Son matas o arbustos de hojas opuestas y sin estípulas, con las flores de corola vistosa, de 5 petalos, y la cápsula formada por 5 carpelos, rara vez por 10, con numerosas semillas en cada cavidad. Crecen en sociedad, formando densos matorrales en las faldas de las sierras y en los llanos de la región mediterránea.
La bija o achiote (Bixa Orellana), arbolillo de América tropical, es cultivada en los países cálidos de todo el Globo. De sus semillas se extrae, por meceración en agua caliente, una sustancia tintórea de color rojo anaranjado.
El poró-poró de Costa Rica, o pochote de México, es Cochlospermun hibiscoides, árbol filóbolo, sin sin hojas durante la estación seca, de flores amarillas. La ocotilla (Fourquiera splendens), de los desiertos del noroeste de México y de California, con la que se plantan setos vivos impenetrables. Es de flores muy vistosas, y por este motivo se cultiva en algunos países cálidos.
La violeta (Viola mamola = Viola odorata) es una planta herbácea vivaz. Sus flores emanan un agradable aroma, siendo utilizada la esencia de violeta en perfumería. La violeta común vive en lugares frescos, húmedos y umbríos, y su presencia es frecuente en encinares y robledos.
La damiana (Turnera aphrodisiaca), de California y México, se usa como tónico general, contra la neurastenia y la impotencia. La segunda familia no comprende más que el género Malesherbia, hierbas o matas casi siempre tomentosas, de flores azules, amarillas o rojas, propias de Chile y Perú.
El payayo (Carica papaya) es una planta originaria de América Central, ampliamente cultivada en las zonas tropicales por su fruto, la papaya, de forma y tamaño parecidos a los de un melón y de color amarillo anaranjado.