Platelmintos
Como señala su nombre, son gusanos de cuerpo deprimido y aplanado. Casi todos son parásitos. Carecen de ano y muchos son hermafroditas; acostumbran cambiar de hospedante con el fin de facilitar su procreación (la solitaria vive en el hombre y culmina su evolución en el cerdo).
Los Turbelarios se deslizan por los fondos sin realizar movimientos aparentes, pero alcanzan gran velocidad por la acción de unos cilios sólo visibles al microscopio, que crean una gran turbulencia (de donde proviene su nombre).
Las planarias de las aguas dulces tan sólo miden 1 cm de longitud; las mayores del grupo viven en los países tropicales, y alcanzan hasta 35 cm; su coloración es siempre tenue: anaranjada, grisácea, pardusca y blanca. Los turbelarios son carnívoros que devoran presas incluso superiores en dimensiones. Unos son libres y otros hacen de parásitos; una de las especies más interesantes es la planaria alpina, propia de los cursos de las aguas frías de Suiza, de hasta 3500 m de altitud.
Los Trematodos son todos parásitos. Se instalan en cualquier tipo dé animales, incluso en el hombre. Son aplanados y poseen unas ventosas con las que sujetan a su hospedante, consiguiendo que su desprendimiento no sea fácil. El polistomo vive en la vejiga urinaria de la rana, donde se hace adulto; los diplozoon abundan sobre la carpa y otros peces de agua dulce.
La duela del hígado, que ataca a los animales herbívoros; la fasciola a la oveja, la vaca, la cabra y los rumiantes en general; el miracidio parasita caracoles de agua; la bilharzia invade al hombre produciendo la hematuria, enfermedad propia de países árabes.
Los Cestodos son el grupo más invasor. Al carecer totalmente de aparato digestivo, se alimentan directamente del hospedante a través de la piel. La solitaria tiene forma de cinta plana y a menudo se instala en el interior del hombre, consumiendo vorazmente y desarrollándose de modo extraordinario en longitud, produciendo en el paciente un alarmante adelgazamiento; la solitaria inerme puede alcanzar hasta 10 m de longitud. Pero el mayor de todos los parásitos del hombre es el botriocéfalo, que puede llegar a los 15 m y es asimilado con aguas no depuradas.
