Dinosaurios
Constituyen un gran grupo de reptiles extinguido, que durante el Jurásico y el Cretácico poblaron las tierras de seres con formas y aspectos muy variados, dentro de un tipo morfológico que participa de los caracteres de los reptiles de vida terrestre, cual los lagartos y demás saurios, y también de los de las aves. Estos singulares reptiles se distinguen, en general, por su gran tamaño, alcanzando muchas de sus especies dimensiones gigantescas, al lado de las cuales los grandes mamíferos terrestres del Terciario y de la actualidad, como por ejemplo los mastodontes y los elefantes, eran formas enanas.
En efecto, ciertas especies de dinosaurios alcanzaban longitudes de hasta 40 m y alturas de 8 m. Junto a estos seres colosales habían otros tipos que apenas llegaban a 1 m, si bien lo general en el grupo eran las grandes dimensiones de sus especies.
Comienzan los dinosaurios en el Triásico, adquieren su máximo desarrollo en el Jurásico y el Cretácico, y se extinguen por completo, sin pasar ningún representante al Terciario. Los más importantes yacimientos son los de las regiones del oeste de EE UU en las Montañas Rocosas y en Connecticut, hace algunos años se realizaron importantes descubrimientos en Asia central, sobre todo en Mongolia.
En Europa son notables el yacimiento del Wealdiense de Bernissart, en Bélgica, y los de diferentes localidades de Gran Bretaña, Francia y Alemania. También son importantes, a este respecto, algunas localidades de América del Sur (en Brasil y Perú) y África, lo cual hace ver que durante el Mesozoico los dinosaurios se repartían por todo el Globo.
Una fiera de aspecto terrible, a la que por su talla, potencia y aspecto feroz se considera como la máquina animal más destructora de vidas y más extraordinaria que ha existido, es Tyrannosaurus rex, del Cretácico superior de Montana. A pesar de su talla de 5 m, el cerebro apenas pesaría una libra, lo cual hace suponer que la evolución mecánica de estos animales era independiente de la de su inteligencia.