Elementos destructivos del ozono
La presencia de este gas en la estratósfera es beneficiosa puesto que cumple la misión de filtro de los rayos ultravioletas, los cuales si llegaran directamente a la Tierra dañarían muchos procesos vitales.
Sin embargo, el ozono es atacado por el cloro y otros elementos como el metano, el bromo y el flúor. Estos se liberan de los compuestos sintéticos que se originan en los aerosoles, frigoríficos, acondicionadores de aire, extintores, productos de limpieza y disolventes, así como en la fabricación de los materiales de aislamiento térmico o de las espumas plásticas.
Todos estos productos contienen un nuevo gas, el freón, compuesto de clorofluorocarbonos (CFC).
Así mismo, el progresivo recalentamiento de las capas inferiores de la atmósfera, debido a desastres naturales, como las erupciones volcánicas o también desastres artificiales, como el efecto invernadero, provoca un enfriamiento de la estratósfera.
Este enfriamiento puede conducir a la formación de más partículas de hielo ácido que facilitan una mayor liberación de cloro activo y el consiguiente incremento de la destrucción del ozono.