Responsabilidades y compromisos en la acción colectiva
En la sociedad existen intereses y necesidades comunes a las personas o grupos, por ello éstos se organizan para cubrir esas necesidades compartidas, trabajan de manera conjunta y suman esfuerzos y voluntades para lograr un objetivo común; esta labor conjunta se llama acción colectiva.
Algunos ejemplos son las movilizaciones civiles de protesta, como las huelgas, la lucha contra la discriminación o la protección del medio ambiente. Para que una acción colectiva se realice con éxito, debe contener:
– Intereses compartidos.
– Incentivos personales y beneficios colectivos.
– Identificación con el grupo que hace la acción.
– Una acción posible, real, legítima y razonable.
Asimismo, la participación en una acción colectiva es democrática cuando están presentes el compromiso y la responsabilidad, pues todos deben asumir la tarea de resolver los problemas que les preocupan y cumplir con sus responsabilidades y no sólo una parte de la población.
Todos tenemos la responsabilidad moral de comprometernos por el beneficio de la sociedad, de participar en la toma de decisiones que involucran el bienestar de todos los demás; por ejemplo, hay una falta de compromiso y de responsabilidad cuando en la escuela se forma un grupo de padres de familia para discutir mejoras en el plantel y no asisten muchos de ellos a las reuniones, pues saben que irán otros que tomarán decisiones y acciones para la mejoría de la escuela de sus hijos.
Algunas veces, la acción colectiva se basa en el bien común, así como en un beneficio personal; pero, generalmente, la responsabilidad implica considerarlos derechos de los demás, saber que dependemos unos de otros, por lo que las acciones influyen siempre en los demás.
Existe un vínculo muy estrecho entre la democracia y los derechos humanos, ya que ambos se basan en el reconocimiento a la dignidad humana, las libertades y la igualdad de las personas ante la ley. El respeto a los derechos humanos es posible en un ambiente democrático y, a su vez, en la lucha por el respeto de esos derechos se consolidan los gobiernos democráticos.
El respeto a los derechos humanos es posible gracias a las condiciones existentes en un gobierno democrático, debido a que la ley protege a los ciudadanos a través de instituciones que procuran y defienden la justicia, promueven la participación y la denuncia de violaciones a los derechos humanos.