Dióxido de carbono
Se ha visto, a grandes rasgos, el proceso que sigue el ciclo del carbono y que durante millones de años ha sido utilizado por la naturaleza para su equilibrio atmosférico y el mantenimiento de una temperatura cálida en el planeta.
Ahora bien, como se sabe, durante los últimos doscientos años, desde la revolución industrial y a causa de la combustión de fósiles y biomasa, petróleo, carbón, incendios, y la progresiva desaparición de los bosques encargados de asumir parte de ese CO2, la emisión del dióxido de carbono junto con los otros gases, vapor de agua, metano, óxidos de nitrógeno, ozono y clorofluorocarbonos, ha aumentado de forma sustancial y provocado un cambio en el equilibrio natural.
Este aumento ha producido, de forma directa, el incremento de la temperatura global y la radicalización de un efecto que se ha dado en llamar Efecto Invernadero.